El CD Castellón se ha despedido del año 2020 con un empate a uno en su visita al Sabadell, un rival directo por la permanencia en Segunda División, y con los deberes cumplidos, puesto que se encuentra con dos puntos de ventaja sobre el descenso, lo que le permite, de momento, estar en la línea del objetivo de la temporada.
El equipo albinegro ha mostrado una gran irregularidad en la primera parte del campeonato, trayectoria que no le ha impedido despedirse de este año en la décimo séptima posición, dos puntos por delante de la salvación.
Un Castellón que ha llegado a encadenar seis derrotas consecutivas en el ecuador de la primera vuelta de la temporada 20-21,con una victoria y dos empates en once partidos, lo que le situó en zona de descenso y provocó que su entrenador, Óscar Cano, estuviera cuestionado.
Estos resultados lastraron la marcha de un equipo que había realizado un buen inicio liguero al sumar dos victorias, un empate y una derrota.
En las últimas jornadas el Castellón ha sido capaz de revertir esa situación y suma ocho de los últimos quince puntos tras haber ganado dos encuentros ante rivales directos como el Zaragoza y el Albacete, perdido ante el Mallorca o que se le escaparan dos puntos en la última jornada del año ante el Sabadell cuando llegó al tiempo de prolongación por delante en el marcador.
El equipo ya está de vacaciones de cara a una segunda mitad del ejercicio en el que el objetivo será mejorar para asegurar la continuidad en Segunda División.