Había finalizado, una vez más, un partido polémico de Club Atlético Osasuna en Elche con empate a dos goles. El cuadro rojillo, muy molesto con los arbitrajes de las anteriores jornadas, vio como en otro partido volvía a sufrir la doble vara de medir. Los castigos que reclamaba hacia su rival no llegaban y para terminar vio como, con muy poco, Iñigo Pérez era expulsado. En Osasuna entienden que ya llueve sobre mojado y dada su situación clasificatoria, los nervios afloran.
Eso es lo que le pasó a Braulio Vázquez en Elche. El director deportivo de Osasuna es, lo sabe quien le conoce, un tipo muy tranquilo y educado. Pero todas las personas tienen un límite y tras varias jornadas sufriendo arbitrajes cuestionables, el gallego estalló. En el túnel de vestuarios tras el partido él y su ayudante ‘Cata’ Prieto se dirigió en un tono agresivo al trío arbitral que encabezaba el vizcaíno Ricardo de Burgos Bengoetxea. «Esto es una puta vergüenza» fue lo más oído en un incidente que fue recogido en el acta por el colegiado.
Al finalizar el encuentro, encontrándonos en el túnel de vestuarios, D. Braulio Jesús Vázquez Benites, siendo éste Director Deportivo del Club Atlético Osasuna, se dirige al equipo arbitral gritando y con actitud agresiva en los siguientes términos. «Esto es una puta vergüenza; nos vamos a Segunda» teniendo que ser sujetado por miembros de su club y por las fuerzas del orden público, golpeando posteriormente con ambas manos la pared del túnel de vestuario.
Acto seguido, y encontrándonos en la misma zona, D. José Antonio Prieto Castro, siendo éste Secretario Técnico del Club Atlético Osasuna se dirige al equipo arbitral gritando y en actitud agresiva, teniendo que ser sujetado por miembros de su club y las fuerzas del orden público. Cuando estaba siendo retirado del túnel de vestuarios, golpeó con el puño un dispensador de gel, rompiéndolo y provocando un enfrentamiento con personal del club local. Tuvo que ser dirigido a su vestuario por la policía presente en el túnel. Ambos directivos tuvieron que ser identificados por miembros del CNP.
Al no ser personal deportivo, Braulio Vázquez no puede ser sancionado con partidos de suspensión. Pero si puede ser suspendido y ver coartado su acceso a ciertas dependencias en los partidos, como es la zona de vestuarios. Pero lo peor, tanto para el club como para el propio Braulio será la sanción económica que esto reportará. La RFEF no suele andarse con remilgos y la multa podría ascender desde 6.000 a los 30.000 euros. Será algo que se conocerá una vez el Comité de Competición emita su dictamen, previsiblemente, la próxima semana.