Debido a la pandemia mundial producida por el covid19, en marzo se daba por concluida la liga en Primera Iberdrola, dejando al EDF Logroño, en séptima posición en la tabla clasificatoria y semifinalista de la Copa de la Reina, hecho histórico para el club logroñés, tanto en la competición doméstica como en la copa.
Una vez dada por concluida la competición, la dirección deportiva se puso manos a la obra para intentar confeccionar un plantel con jugadoras de calidad contrastada tanto nacional como internacionalmente para seguir con su proyecto de afianzarse un año más en la élite del fútbol femenino de nuestro país.
En un verano vertiginoso de anunciar fichajes y bajas para la temporada 20/21, el club riojano se plantaba el 20 de julio para comenzar su inusual pretemporada.
En esa fecha, una vez terminado el confinamiento general sufrido en España, el balón echaba a rodar en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Pradoviejo, dejando atrás su cuartel general en las instalaciones federativas del Mundial 82. Debido a la pandemia fueron suspendidos varios partidos amistosos y en un entrenamiento saltaron todas las alarmas al salir un positivo por Covid19 una de las integrantes de la plantilla, lo cual supuso según dicta el protocolo de sanidad suspender los entrenamientos y el concluyente confinamiento de la plantilla hasta realizarse las pruebas concluyentes.
Una vez terminada la cuarentena pertinente, la plantilla al completo ya estaba a disposición de Gerardo García León para seguir con la pretemporada esperando la confirmación, en un principio el 5 de septiembre aunque finalmente comenzó el 5 de octubre.
Mas sombras que luces
Comenzaba a rodar el balón en Primera Iberdrola en el mítico estadio de fútbol Las Gaunas de la capital riojana, con una plantilla ilusionante tras los fichajes realizados en el periodo estival por el equipo logroñés, jugadoras con experiencia internacional y calidad contrastada que hacía presagiar una temporada llena de ilusión, de seguir haciendo historia tanto en liga como en copa, optimismo por consolidarse después de tres temporadas en la élite del fútbol español.
Fichajes como: Olga García, Pamela Tajonar, Marta Cazalla, Inés Juan Altamira, Raquel Infante, Julie Tavlo, Rebecca Elloh, Nothando.
Todas estas se unieron a las jugadoras renovadas Jade Boho, Cristina Pizarro, Leticia Méndez, Grace Asantewa, Ida Guehai, Silvia Ruiz, Lorena Valderas, Judhit Luzuriaga, Ana Velázquez, Daniela Caracas, Isabel Longa, Pierina Nuñez y Rebeca Moreno hacían una plantilla competitiva para conseguir los objetivos marcados por la dirección deportiva del EDF Logroño.
El elegido para dirigir este proyecto ilusionante era el entrenador riojano García León, el cual había conseguido la temporada pasada una notable clasificación y meter a las riojanas en las semifinales de la Copa de la Reina.
Comenzaba la primera jornada y el equipo logroñés perdía sus primeros tres puntos ante uno de los cocos de la liga destinado a luchar por los primeros puestos de la clasificación y por un puesto en la champions femenina.
En las 10 siguientes jornadas solo pudieron sacar 4 empates, lo que situaba a las riojanas colistas de la competición. No todo fueron sombras en esas 11 jornadas, el EDF conseguía uno de sus objetivos, lograban meterse en la final de la Copa de la Reina ante el todo poderoso Barcelona, tras ganar en la semifinal al Athetic Club en un partido emocionante llegándose a la tanda de penaltis, un hecho histórico el cual daba también acceso a la segunda edición de la Super Copa femenina. Pero tras ese hecho sin precedentes se volvía a la realidad del día a día donde la plantilla de Gerardo García no salia de la mala dinámica de resultados en la que estaba inmersa.
Una decisión difícil buscando la reacción del equipo
La jornada 10 enfrentaba en el feudo riojano a el EDF contra el Sporting de Huelva, otro equipo necesitado de puntos para intentar salir del pozo de los últimos puestos de la clasificación. El partido terminó con empate a un gol lo cual hundía un poco más al EDF en el pozo de la primera iberdrola con 10 jornadas disputadas a falta de jugarse el partido aplazado en tierras madrileñas por incidencia por Covid19 en las filas del Madrid CFF. El puesto del entrenador estaba a merced de los resultados y del partido de la jornada 11 contra un rival directo como era el Deportivo Abanca, en tierras gallegas, el resultado del partido por un 2 a 1 hundía un poco más a las logroñesas, la sentencia estaba echada y la dirección deportiva ya buscaba un nuevo entrenador capaz de reconducir la situación y salir de los puestos de descenso.
Los malos resultados, el no saber sacar partido a una plantilla con grandes jugadoras hicieron que la cuerda se rompiese por el mismo lado de siempre y Gerardo García León era cesado como entrenador del primer equipo. Tras esta decisión difícil, el club se puso manos a la obra para conseguir un técnico capaz de revertir esta situación y el candidato fue Javier Moncayo, un técnico con amplia trayectoria en el fútbol de Aragón, Navarra y La Rioja pero virgen en el fútbol femenino.
El entrenador aragonés, con tan solo 4 entrenamientos y con las lesiones de larga duración de Raquel Infante y Olga García, ambas con ligamentos cruzados en sus rodillas, se puso manos a la obra con mucha ilusión y enseguida quiso poner su sello de identidad dotando al equipo de más músculo en el centro del campo, jugando con una defensa más contundente, unas bandas rápidas y una presión mucho más alta por todo el terreno de juego, pasando a jugar con menos toques y más juego directo.
Se empieza a ver la luz
El nuevo inquilino del banquillo logroñés tenia poco tiempo para revertir la situación donde estaban inmersas las riojanas y con una semana escasa para que sus pupilas asimilasen los conceptos de su fútbol, se media en tierras andaluzas a un equipo en igual situación, el Betis Femenino, mejor no pudo salir y las logroñesas se imponían por un contundente 1 a 3 a domicilio, un partido dominado de principio a fin con una tela de araña en el centro del campo que hacían desesperar a las mediocentrocampistas béticas y con una presión alta que hacían que la defensa andaluza se viese incapaz de sacar la pelota jugada. En definitiva, partido cómodo para el EDF, donde se vio el fútbol práctico del nuevo entrenador. Con esa victoria el conjunto de Logroño salía por fin de la dinámica de las 11 primeras jornadas del campeonato, había que ver si el partido en Sevilla era un espejismo o era el comienzo de una nueva era para el EDF Logroño y así, poco a poco, salir de los puestos de descenso.
La jornada 13 antes del parón navideño volvía a reunir en la capital riojana, pero esta vez en las instalaciones del Mundial 82 a los dos semifinalistas de la Copa de la Reina, había que ver si el equipo riojano de la mano del nuevo míster volvería a sacar el partido y abandonar los puestos de descenso a Reto Iberdrola, a los dos minutos de juego, Asantewa ponía a las locales por delante del marcador y a los 8 minutos era la debutante Valeria de falta magistral la que ponía tierra de por medio, la dinámica había cambiado y a los 40 minutos era de nuevo Asantewa la que volvía a marcar y dejaba sentenciado el partido por un contundente 3 a 0.
El EDF Logroño sonríe por Navidad
Ahora mismo el club riojano se encuentra en el puesto decimocuarto de la clasificación de la Primera Iberdrola, dejando atrás el mal comienzo de la temporada, siendo finalista de la Copa de la Reina y siendo uno de los cuatro equipos que jugarán la segunda edición de la Super Copa de España femenina.
Por @alvarom58933655