Bébé rescata 3 puntos en una victoria amarga

Acaba de comenzar el año y el fútbol no se ha querido perder la fiesta de despedir de una vez al 2020. Si bien estas fiestas hemos tenido partidos de primera división, los equipos de la categoría de plata sí pudieron disfrutar de un breve tiempo de descanso. Pero la espera ha acabado y los equipos de segunda vuelven hoy a la carga. En la tarde de hoy uno de los platos fuertes era el derbi madrileño entre el Rayo y el Alcorcón. Dos conjuntos que si bien no tienen una rivalidad histórica (suman únicamente 22 enfrentamientos en liga en toda su historia), el mero hecho de formar parte de la misma comunidad es un aliciente de por sí. En el caso de los rayistas, buscan afianzarse en los puestos de playoff, mientras que los amarillos quieren salir de los infernales puestos de descenso.

Otra tarde de fútbol empezaba, y a pesar de ser 2021 seguían sin verse aficionados en las butacas. El encuentro se presentaba loco: poca duración de posesiones y jugadas que no llegaban al área. El primer disparo vino del cuadro amarillo con un disparo de Boateng desde lejos, pero el esférico salió muy desviado. El Rayo salía despistado de inicio y Catena se puso el mono de trabajo para sacar los balones de peligro de los alcorconeros. El conjunto rayista intentaba salir a atacar en alguna ocasión. Lo consiguieron de la mano de Isi, que, a pesar de errar un tiro, desatascó el juego ofensivo de los de Vallecas. En el minuto 17, Antoñín aprovechó un rechace del portero amarillo en un uno contra uno para batir la portería del Alcorcón a placer.

Ante todo pronóstico, un Rayo Vallecano que había salido dormido, se adelantaba en el marcador aprovechando una bola muerta ante la puerta vacía. El Alcorcón no estaba teniendo suerte. Entre otras cosas, uno de sus males hoy era Boateng, que llevaba un encuentro mediocre fallando muchos tiros. Conforme se asentó el marcador, el fútbol dejó de brillar y los jugadores fueron perdiendo cierre. Pozo tuvo el segundo gol en sus botas, y de haber entrado, habría cerrado una jugada muy armoniosa de los rayistas. El conjunto amarillo luchaba mucho el empate, pero no por ello lo estaba mereciendo, ya que los de Vallecas estaban más cerca del gol. El encuentro se fue al descanso sin mucha acción y un resultado que el local tenía completamente bajo control.

La segunda parte daba inicio y el Alcorcón salía con todo para poner las tablas en el marcador. Sosa dio el pistoletazo de salida para el resto de ocasiones amarillas con un tiro raso que blocó mansamente Luca. A pesar de los intentos, el marcador parecía inamovible y el Rayo tenía el partido tal y como lo quería: dormido, sin juego y con pocas ocasiones. Trejo sumó otra ocasión para ampliar la ventaja con otro gol, sin suerte.

Los minutos pasaron y, a falta de 12 minutos para el final, parecía claro el devenir del duelo. Pero en cuestión de 10 minutos el derbi cambiaría totalmente. Y es que en el minuto 78, un conjunto de errores de la zaga y del portero rayista harían que los locales se vieran empatados. Era impensable que el Alcorcón, que ya se estaba quedando sin ocasiones, lograra empatar el encuentro, y gracias al error general, Barbero empató el encuentro y devolvió la esperanza a los amarillos.

Iraola, que ya llevaba un tiempo siendo criticado por la afición por el resultado de algunos encuentros, sabía que un empate ante un equipo en descenso sería lapidario. El técnico vasco, en un momento de crisis, se sacó de la manga dos cambios que cambiarían completamente el partido. Yacine y Bébé entrarían por Antoñin e Isi, que son prácticamente indiscutibles en el equipo. El Rayo, que ya estaba enchufado en ataque tras el empate, ganó un plus en bandas con el ingreso de estos jugadores.

El equipo amarillo intentaba salir a la contra pero los disparos lejanos no fueron un problema ante el discutido Luca Zidane. Finalmente, 4 minutos después de que entrara, Bébé generaría el 2-1 que dejaba sin argumentos a un escaso pero valiente Alcorcón. Cabe destacar que el delantero portugués tuvo mucha suerte, ya que se encontró con David Férnandez en la trayectoria de su centro y acabó entrando al fondo de las redes tras impactar en el defensa. Tampoco pudo hacer nada Dani Jiménez, que no tuvo tiempo para sacar el esférico.

El conjunto amarillo protagonizó los últimos minutos, el Rayo quería cerrar el encuentro por lo civil o por lo criminal y decidieron cerrar la puerta a todas las ocasiones que vinieran. El Alcorcón estuvo a punto de empatar en un disparo  de Ernesto que estuvo muy cerca de poner las tablas en el último minuto del descuento. El partido cerró con un último intento de los visitantes, que se quedó en nada. El Rayo defendió los 3 puntos con insuficiencia, pero finalmente lo logró ante un Alcorcón que se mantuvo valiente y que, con poco, consumó momentáneamente el empate.