Alavés 1-2 Atlético de Madrid: Tres puntos que valen oro

Con el comienzo del año, el Atlético se enfrentaba al Alavés en un partido de esos que se pueden conocer como «trampa»; ya saben, esos partidos donde parecen tres puntos asequibles pero, con el transcurso del encuentro, te das cuenta que no es oro todo lo que reluce, y tienes todas las de tropezar y perder ventaja sobre tus perseguidores.

Que el Madrid y el Barcelona -este último en Mendizorroza- no ganaran esta temporada al equipo vitoriano no era una simple coincidencia. Los de Lucas Pérez, Joselu (aunque hoy fueron suplentes), Deyverson y compañía se las apañan para ser un equipo más que molesto, bien replegado y que puede tumbar a cualquiera. Además, Mendizorroza es un campo difícil, y nadie suele llevarse puntos con facilidad. Y así, aunque el Atlético ganó, lo hizo sufriendo.

En general fue un partido a juego con la hora a la que empezaba. En España, las cuatro de la tarde es la hora de la siesta, y el encuentro no hizo más que colaborar con ello. Una primera parte algo más que nefasta, donde apenas hubo ocasiones, y una segunda mitad que fue tres cuartos de lo mismo, aunque los nervios de los minutos finales hizo que la emoción estuviera hasta el final. Joao Félix partía como suplente en lo que parecía un tirón de orejas de Simeone, y Carrasco y Lemar, que está volviendo a ser el que fue en el Mónaco, eran los que encarrilaban el ataque junto a Correa y Suárez.

Llorente fue el encargado de abrir el marcador cuando el partido parecía que llegaría al descanso con el resultado inicial. Corría el minuto 40, Carrasco protestaba una falta al borde del área y el Alavés salía a la contra. Pero el equipo alavés no estuvo certero, la perdió y Suárez se la dejó a Llorente en mitad de campo para que se inventara el gol. Zancada a zancada, dos defensores intentaron pararle antes de que se llegara a la frontal del área, pero sin éxito. El disparo del madrileño rebotó en Laguardia y, lo justo, desvía el balón para que no llegue Pacheco y se introduzca en la portería. Sexto gol del centrocampista colchonero, que demuestra, una vez más, que es un todocampista con alma de delantero. Uno de los más peligrosos de la Liga.

El gol había sido casi lo único destacado de la primera parte, ya que apenas había habido alguna jugada de peligro. Y a la hora de partido, el Alavés se quedaba con uno menos. Entradón de Laguardia, de nuevo protagonista, sobre Lemar que dejó seguir Munuera Montero pero, tras revisarlo en el VAR, rectificó la tarjeta amarilla que mostró para enseñarle la roja al defensa del Alavés. Pero los de Pablo Machín no se achantaron. El técnico sacó a Lucas Pérez y Joselu, una de las parejas más peligrosas de la temporada pasada, y el cuadro vitoriano lo notó. Primero un remate que sacó Oblak con su tradicional parada de cada partido que vale puntos, y luego, un centro de Joselu que buscaba al primero y que acabó, para fortuna de los locales, en gol gracias a Felipe, que introducía el balón en su propia portería.

Pero en esta clase de partidos, los minutos finales son los que certifican si la suerte está o no de tu lado. Y, si lo está, puedes llevarte puntos con peso en oro. Y este fue el caso. Saúl encontró a Joao Félix desmarcado, que dejó un pase de la muerte para Suárez, que solo tuvo que empujarla. El mejor nueve de la década, pese a tener 34 años y estar lejos de su mejor nivel, puede decidir partidos. Porque, independientemente de la edad, siempre va a ser un nueve. Y siempre va a estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Así, consiguiendo su noveno gol en el campeonato, le dio los tres puntos al Atlético.

Temporadas atrás los de Simeone echaban de menos eso, pero el uruguayo ha calado bien en el cuadro rojiblanco y ha dado al equipo rojiblanco el ingrediente que les faltaba en muchos partidos como los de hoy: la suerte. Sí, esa que hay que buscar y que solo con delanteros como Luis Suárez se puede conseguir. Con estos tres puntos, el Atlético se mantiene líder con 38 puntos en quince partidos. Dos más que su máximo perseguidor, el Real Madrid (los de Zidane tienen dos partidos más que los de Simeone). Y trece más que el Barcelona. Por su parte, el Alavés, es decimotercero, con 18 unidades en diecisiete partidos.