El Eibar logra su primera victoria como local

Bryan Gil destapó todo su talento en Ipurúa para que su equipo fuera el vencedor de la batalla del barro. El Granada una temporada más continuará con su maldición particular de no vencer en su historia a la SD Éibar.

Movía desde el centro el Granada buscando hacer daño al rival desde el principio desbordando por las bandas. La primera ocasión la tuvo Luis Suárez, un centro lateral raso de Quini y lo aprovechaba con un disparo que se marchaba muy cerca de la portería armera. El estado del césped no era el más óptimo para la práctica del fútbol, los dos equipos tenían que adaptarse a las condiciones adversas.  El Granada no se encontraba cómodo en el partido fruto de la defensa adelantaba que había planteado el Éibar.

La situación del partido era propicia para el conjunto armero que se limitaba que meter centros a Kike García para que este lograse alguna ocasión. Sin embargo, el Granada no se quedaba atrás e intentaba replicar con balones largos a la contra. Kenedy fue el siguiente en probar fortuna con un lanzamiento de falta. Dicha ocasión se macharía muy alto de la portería de Dmitrovic.

Los armeros no se quedaron atrás y respondieron guiados por el talento de Bryan Gil. Una buena jugada personal del canterano sevillista desembocaba en un centro cuyo receptor sería Kike García. El delantero remató a portería encontrándose con una mano firme de Rui Silva y el palo. El partido al descanso era de empate a 0 con bastante igualdad en los dos equipos. Ninguno lograba imponerse sobre el barro de Ípurua.

Comenzaba la segunda mitad moviendo desde el centro el Éibar con un balón largo como llevaba haciendo todo el partido. El partido continuaba donde se había dejado en los primeros 45 minutos. Cada equipo con su estilo intentaba imponerse ante unas defensas que no ofrecían grietas. El plan de Mendilibar tuvo premio cuando el Éibar conseguía un penalti cuando Kike García fue arrollado por Yangel Herrera en el área.

El lanzamiento de Edu Expósito fue atajado por Rui Silva. Sin embargo, Bryan Gil aprovechaba el balón rechazado para anote el gol que le daba la ventaja al Éibar. Tras el gol encajado el Granada se encontraba cada vez más peor fruto del resultado y de las condiciones del mismo. Para ello Diego Martínez hacía tres cambios para intentar dominar el partido.

Un balón largo para Luis Suárez era la mejor ocasión de los visitantes-  No logró convertir el mano a mano ante Dmitrovic después de llevarse el balón en una carrera en solitario de 25 metros. Tuvo su redención Luis Suárez con otro mano a mano y una vez más salió perdedor ante Dmitrovic.

Tanto perdonó el Granada y el Éibar lo aprovechó para logar el segundo gol.  El jugador recogía un pase de Kike García en la frontal del área para fusilar a Rui Silva con un remate muy ajustado. Después del segundo tanto el partido murió con un Éibar que estaba muy cómodo con el resultado y un Granada que lo cerraba frustrado.