El ‘culebrón’ Campuzano entre el Espanyol y el Sporting, con el delantero barcelonés por el medio, tiene aún varios capítulos por escribirse. El último que se ha escrito fue el que adelantó El Comercio. El Sporting tiene un acuerdo ya cerrado con el delantero para que se incorpore al club gijonés… la temporada que viene. Entonces Campuzano llegará libre y el contrato que firmaría sería, en principio, por tres temporadas, si bien está por ver las posibles cláusulas del mismo. Dado el interés de
Pero en el Espanyol el enfado cuando han conocido este acuerdo ha sido notable. El director deportivo blanquiazul, Rufete, rechazó una nueva de traspaso por parte del club gijonés. Lo propuesto por el club gijonés no ha trascendido. Pero se habla de un pequeño porcentaje en una futura venta y quizá alguna cantidad en objetivos. Algo que está muy alejado de la pretensión perica de quedarse con un porcentaje mayor de un futuro traspaso y, además, incluir la conocida por ‘cláusula del miedo’. Así, Campuzano no podría participar en los encuentros que puedan restar por disputarse entre Sporting y Espanyol. Este punto, además, es innegociable para el Espanyol según informó COPE Barcelona.
Pero el enfado en el seno blanquiazul viene por entender la publicación del acuerdo entre Sporting y Campuzano, sellado para la temporada que viene, como una medida de presión del club gijonés y el jugador para acceder a su salida en este mercado invernal. Dado que el club perico no percibirá, si llega libre en junio, nada, ni se guardará ninguna contraprestación futura, en el Espanyol entienden que firmar ya este acuerdo va en esa dirección.
Pero aún con ello, el club no tiene la más mínima intención de ceder a ese acuerdo. Son sabedores de que de esta forma Campuzano se desligará a final de temporada sin dejar ninguna cláusula a futuro; ni tampoco ninguna posibilidad de percibir alguna cantidad futura. Y es que nada indica que en el Espanyol cedan a ninguna medida de presión para aceptar lo que consideran un mal acuerdo. De esa forma prefieren bloquear su salida este mes de enero y perder cualquier derecho futuro a dejar que el jugador se vaya con un acuerdo que consideran perjudicial.
No obstante queda aún mercado hasta el 1 de febrero y podría desbloquearse la situación. Pero, por ahora, las posiciones parecen muy enconadas.