Los jugadores siguen sin noticias sobre la rebaja salarial
La Junta Directiva del Athletic Club prometió a los compromisarios que iniciaría una negociación con los jugadores que hace tiempo no saben nada de ello
Es bien conocido que el presidente y su Junta Directiva salieron bastante vapuleados de la última Asamblea General. Los socios compromisarios tumbaron todas las medidas, tanto económicas como sociales, propuestas por Aitor Elizegi y sus directivos. Entre ellas estaba, como no, un presupuesto muy deficitario que suponía unas pérdidas del club bilbaíno durante el pasado y presente ejercicio se situaron en torno a 36 millones de euros.
En ese presupuesto se incluía, a pesar del galopante ‘agujero’ económico, una rebaja salarial del 6 % a la plantilla. Ese porcentaje, traducido a euros viene a ser un montante global de 4,6 millones de euros. Es decir, que sin ese recorte las pérdidas hubiesen superado los 40 millones de euros. No obstante dichas cuentas fueron rechazadas, por lo que deberán ser reformuladas para su aprobación.
Pero a este respecto lo que se indicó en la Asamblea es que para este año se repetiría la fórmula. Se iba a instar a una negociación con la plantilla para acometer, incluso, un recorte mayor esta campaña. Una promesa que a día de hoy no se puede decir que haya sido incumplida, pero sí que no ha tenido mucho recorrido. En declaraciones a Radio Euskadi, Iñigo Martínez, reconoció contactos, pero sin nada concreto. «Es verdad que hablamos con ellos y hubo un inicio de contacto, pero con toda esta situación se ha parado un poco el tema», dijo.
El central, eso sí, se mostró receptivo para que Elizegi haga lo que prometió y que sigue sin hacer: alcanzar ese acuerdo. «A los capitanes tampoco es que nos han hablado o insistido más en ese tema, sino que está un poco a la espera. Si tiene que llegar el momento y si es que los jugadores vemos que realmente al club le hace falta y necesita, nos tendrán», dijo Iñigo Martínez. No hay excusa por lo tanto en la Junta Directiva para no iniciar esa negociación y cumplir su palabra. Una de las pocas cosas que Elizegi aún conserva tras el sonoro golpe de la última Asamblea General.