El mercado de enero para el RCD Espanyol se puede resumir en una palabra: tranquilo. O incluso dos; muy tranquilo. No se esperan en los despachos pericos ningún tipo de movimiento cuando ya «solo» restan 19 días para el cierre del mismo. Y es que no habrá entradas salvo que hayan salidas y precisamente estos segundos es lo que no se espera que haya en ningún caso. No se va a traspasar a nadie y nadie de la plantilla ha pedido salir.
Porque, a día de hoy, solo hay un posible nombre sobre la mesa para salir: Víctor Campuzano. Los rumores que vinculaban a Leandro Cabrera con una posible salida han sido atajados por el propio charrúa. Según informó Mundo Deportivo. ha sido el propio Cabrera quien ha acabado con cualquier rumorología al comunicar al club que ha dado orden a sus agentes de no atender ofertas. El jugador está plenamente implicado en lograr el ascenso y no va a ‘darse a la fuga’.
Campuzano no saldrá en enero
Sobre la única posible salida, muy díficil eso sí, que podría darse las condiciones están claras. Si Campuzano, que la próxima temporada será jugador del Sporting, quiere adelantar su salida 6 meses las cartas están sobre la mesa. El Espanyol solo liberará al jugador previo pago de una cantidad o a través de un traspaso que le garantice un porcentaje notorio de un posible traspaso futuro. Algo que el club gijonés no parece dispuesto a cumplir.
Además el enfado del Espanyol con el club gijonés es notorio. Diversos medios han desvelado ese enfado de Rufete al filtrar a medios de comunicación locales en Gijón que su incorporación para la temporada que viene es un hecho. Para Rufete eso es una medida de presión que, lejos de forzarle a ceder, dificulta más su salida. El propio agente del jugador lo dejó claro al afirmar que su salida del equipo perico en enero era casi imposible. Por ello mismo, el mercado blanquiazul será como un mal en calma; tranquilo y que permita solo pensar en competir, ganar y ascender lo antes posible.