Manchester United resistió y defendió la punta de la Premier en casa del Liverpool
En un partido lleno de vértigo y velocidad el Manchester United fue el gran beneficiado con el empate entre Diablos Rojos y Reds.
Anfield Road abrió sus puertas este domingo 17 de enero para acoger una nueva edición del Derby Inglés. Un partido que enfrentó al Liverpool y al Manchester United por el liderato de la Premier League. Los diablos de Manchester resistieron y lograron sacar un buen resultado del infierno de Anfield.
El Derby Inglés comenzó con gran dinamismo, los dirigidos por Jurguen Klopp asediaron al United encontrando la férrea defensa propuesta por Solskjaer. Ambos equipos, aprovechando la gran velocidad de sus delanteros, buscaron siempre la espalda de la última línea del equipo rival. Por un lado, Liverpool lastimando la banda derecha del Manchester, donde Pogba no dejaba espacio libre al no seguir las embestidas de Robertson. Por su parte, los Diablos Rojos procuraron aprovechar las subidas de los laterales Reds colocando mano a mano a Rashford y a Martial con los centrales.
La pelota paseo entre jugadores de la más alta calidad; como Thiago Alcántara, quien con un solo toque pudo sentir la blandura y falta de aire del balón. Percepciones que solo los más grandes se pueden dar el lujo de tener. Daba la impresión que el Manchester United sabía de la importancia de tener un partido sin errores, tanto que los nervios, en varios momentos, traicionaron a la defensa del técnico noruego. Aprovechando el Liverpool para crear sus ocasiones más claras.
El United con el transcurrir de los minutos adelantó sus líneas y el partido se emparejó, llegando así, en el minuto 33, su chance más clara desde un tiro libre de Bruno Fernandes. Con este ajuste táctico el Liverpool encontró menos espacios y menos tiempo para realizar su juego dinámico y explosivo que lo ha caracterizado.
Para el segundo tiempo los Reds fueron fieles a su estilo, atacaron e hicieron retroceder las líneas del Manchester. Pero el equipo de Klopp se topó con un muro negro que evitó el gol del Liverpool. Para el United la idea era clara, salir a la contra y aprovechar espacios. El United tuvo las mejores oportunidades. La ventaja que tenían los de la ciudad de los míticos Beatles era la excelsa calidad de su tridente de ataque; Salah, Firmino y Mané. Sin embargo, De Gea se empezó a convertir en figura junto a Alison Becker.
Ambos equipos realizaron variantes para intentar anotar y llevarse los 3 puntos, pero nada puro derrumbar las defensas, ni opacar las grandes actuaciones de los arqueros. Al final, el partido se volvió áspero e incómodo, consecuencia de un encuentro entre dos grandes equipos que quieren la victoria a cualquier precio. Paul Tierney pitó el final y selló el empate a cero. Un punto para cada uno.
El United supo resistir a los embates del Liverpool, se llevó un preciado punto de un campo extremadamente difícil y defendió la punta de la Premier League.