Empate y polémica en La Cerámica
Dos goles para cada equipo dejaron el marcador en tablas. La posibilidad de desequilibrar la balanza con un penalti en el último minuto para los locales fue desbaratada por un superlativo Rui Silva. Acalorado diálogo entre los dos entrenadores al final del choque.
Los primeros minutos en el césped de La Cerámica fueron para los locales, sin mucha presencia en el área de Rui Silva. Las pizarras de Diego Martínez y Emery estaban siendo llevadas al extremo y el partido estaba siendo bastante pausado.
En el minuto 20 Roberto Soldado abrió la lata para los rojiblancos con un buen remate cruzado al que no pudo llegar Asenjo. Poco duró la alegría para los granadinos cuando Rubén Peña empató la contienda ocho minutos más tarde. El jugador del submarino amarillo se fabricó él mismo el gol desde la banda hasta perforar la meta de Rui Silva.
La pelota seguía siendo para el conjunto valenciano, plantándose el Granada bien atrás para aprovechar las transiciones rápidas para intentar sorprender al conjunto local. Pocas oportunidades más tuvo la primera parte que pasó de la lentitud al dinamismo en cuestión de minutos.
La segunda parte comenzó con la misma dinámica que la primera. En el minuto 54 Kenedy entró por Luis Suárez, que poco pudo hacer en la primera mitad. El conjunto local pidió penalti por una posible infracción de Domingos Duarte por manos dentro del área. Ni el VAR ni el colegiado, De Burgos Bengoetxea vieron acción punible .
El VAR tuvo que hacer acto de presencia esta vez en una jugada de Foulquier donde pareció haber cometido penalti sobre Pedraza. El colegiado vasco sí vio penalti en el monitor y Moi Gómez no falló desde los once metros. Dos tantos a uno y algo menos de media hora para intentar mantener el resultado por parte de los de Emery.
Al igual que en la primera parte, poco duró la ventaja en el marcador. Kenedy, que entró de refresco, se sacó de la manga un misil de larga distancia para colocar el balón en la escuadra de la portería visitante. El golazo del granadinista emparejaba de nuevo el electrónico.
El tanto visitante descolocó al Villarreal, que no supo reconducir la situación. El Granada vio como bueno el empate en el marcador e intentó ralentizar al máximo el partido. En el último minuto llegaría la polémica a La Cerámica. Posible penalti en área granadinista que acabó siendo pitado por el colegiado del partido y todo ello conllevó a la roja directa a Eteki y amarilla Machís.
Uno de los jugadores que más ha sonado para dejar la disciplina andaluza, Rui Silva, se volvió a vestir de héroe para los suyos para detener el lanzamiento de Alcácer. El atacante amarillo buscó la derecha del internacional luso, que se anticipó y lo detuvo con solvencia. Final de infarto para dejar el marcador con empate a dos goles.