La situación deportiva en Valladolid no es nada buena actualmente, pero eso no impide que puedan llegar buenas noticias que traigan consigo esperanza e ilusión. En la sesión de entrenamiento de hoy se pudo ver a Kiko Olivas tocando balón sobre el césped tras más de seis meses de espera. Su recuperación avanza según los plazos establecidos y tras las interminables sesiones de gimnasio, ya puede disfrutar de una nueva etapa sobre el campo de entrenamiento: «Estoy muy contento, tenía muchas ganas de volver a sentirme futbolista, de volver al césped. Es un día muy feliz para mí».
Kiko Olivas sufrió una grave lesión de rodilla el pasado mes de julio en la jornada 37 frente al Éibar. El 31 de ese mismo mes pasó por quirófano y comenzó una larga recuperación de la cual alcanza hoy la última etapa, catalogada por el propio jugador como «la más ilusionante e importante».
El defensor malagueño quiere estar disponible lo antes posible para ayudar al equipo, aunque es consciente de que todo lleva unos tiempos estipulados y que no se pueden romper para evitar complicaciones: «No me marco una fecha, será la rodilla la que marque los plazos en función de como responda. Tengo muchas ganas y quiero acelerar los plazos, pero evidentemente eso no es bueno».
Sobre la situación deportiva del equipo destacó la importancia de la unión y el trabajo para conseguir el objetivo y confía en alcanzar la permanencia: «Esto se saca estando unidos, creyendo en nosotros y en el compañero que tenemos al lado. Es fundamental salir el próximo partido con la mentalidad de poder ganar, de que somos buenos y demostrarlo con victorias».
Otra de las buenas noticias que dejaba la sesión de entrenamiento de hoy es la vuelta de Marcos André un mes después de su operación. El brasileño trabajó de manera individual acompañando en ciertas fases a Kiko Olivas. Sergi Guardiola también volvió tras su lesión, aunque el balear lo hizo con el grupo y con total normalidad.