Dani Cárdenas desespera al Atlético en el Metropolitano

El partido arrancó con ambos equipos bien plantados en el terreno de juego sin un dominador claro de la posesión. El Levante tuvo que cambiar su esquema habitual por las bajas que arrastraba en la zona medular, y no terminarían ahí porque antes de saltar los jugadores al campo un central, Postigo notó molestias físicas y no podría ser de la partida.

El Levante tuvo la primera ocasión de forma clarísima, mejor imposible. Tras un saque de esquina rival, Rochina puso un balón en largo medido a la carrera de Morales. El capitán la pinchó de forma excelsa, al alcance de los mejores, se plantó en el área sin dar opción a que los centrales llegarán a taparle el tiro, pero desgraciadamente para los intereses granotas el balón se fue rozando el palo izquierdo de la portería defendida por Oblak.

Tras la ocasión recibida el Atlético de Madrid “despertó” y quiso adueñarse del esférico de balón. No tenía prisa por buscar el arco granota y elaboraba a fuego lento las jugadas, de izquierda a derecha y viceversa, aunque le faltaba algo de ritmo. A raíz de ahí tuvo varios lanzamientos a portería, pero sin mucho peligro.

Llegaba la media hora de juego y con ella el primer gol del partido. El primero lo anotaría “El Comandante” con algo de fortuna, pero vale igual. Centro lateral de Toño, que se incorporaba por primera vez, la defensa rechazaba de cabeza y el balón se quedaba muerto en la frontal, y Morales sin pensárselo disparó y para fortuna suya, toco en dos defensores (Felipe y Hermoso) e imposible para Oblak.

La primera parte terminó con una victoria momentánea para los visitantes que defenderían con uñas y dientes el resultado para el segundo tiempo. En cambio, el Atlético de Madrid tenía que cambiar fichas para darle la vuelta al encuentro y así no perder el invicto en su estadio. En líneas generales podría decirse resultado “justo” porque tuvo las mejores ocasiones los levantinistas.

Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaron de forma similar al primer tiempo, aunque con dos diferencias. La primera que el Atlético tenía más el balón y el Levante quería aprovechar la velocidad de sus delanteros, y la segunda la lesión de Giménez que obligó a Simeone a cambiar la formación táctica, ya que introdujo a un centrocampista como Lemar.

El Atlético apretaba a un Levante que se encontraba como gato panza arriba por la presión colchonera. Varios acercamientos peligrosos, entre ellos un tiro de falta casi perfecto de Suárez porque se estrelló en la madera y una intervención de Cárdenas con el pie derecho a disparo de Joao Félix. Además, los locales conseguirían perforar la portería granota a través de Correa, pero el árbitro Melero López lo anuló por una un empujón de Suárez a Rober Pier.

Los cambios en la formación táctica y los suplentes les dieron otra imagen a los colchoneros. Joao Félix se sintió mucho más cómodo como segundo delantero y apareció mucho más en zonas relevantes. Y Lemar aportaba claridad ofensiva con su buen toque de balón. En cambio, las sustituciones levantinistas eran hombre por hombre para dar oxígeno al equipo, que no salían prácticamente de su campo.

El Atlético de Madrid insistió e insistió sin parar, no quería perder la imbatibilidad en su estadio. No obstante, el Levante no estaba por la labor, ya que la defensa hizo uno de los mejores partidos de la temporada. A eso añadir el tremendo partido de Dani Cárdenas, que paró sin cesar y encima en su debut como titular en Liga. La última intervención en los compases finales con un tiro potente de Lemar ajustado al palo derecho del guardameta.

El Levante no paraba de defender, defender y defender. No obstante, en los últimos minutos volverían a marcar y así cerrar la victoria. El gol llegó de la misma manera que en el primer tiempo, tras un saque de esquina del Atlético de Madrid. En este caso De Frutos interceptó un pase y desde el centro del campo anotaría sin portero.

El partido finalizó con una victoria importantísima del Levante en el Wanda Metropolitano con un marcador de 0-2. Con este resultado los granotas se posicionan en octavos en la tabla clasificatoria. En cambio, el Atlético de Madrid pierde la imbatibilidad en Liga en su estadio y da la posibilidad a que sus perseguidores le recorten puntos.