El conjunto “orellut” ocupa la vigésimo segunda posición de la tabla y queda colista a cuatro puntos de la salvación en la jornada número 26.
Y es que los de Juan Carlos Garrido están jugando con fuego tras la derrota del pasado domingo frente al Girona en Montilivi. Además, la salvación se le complica todavía más tras la victoria a domicilio de la Agrupación Deportiva Alcorcón frente al Real Zaragoza.
Pese a la llegada del técnico valenciano, el equipo sigue con los pésimos números ofensivos y defensivos que había albergado hasta la fecha. Los albinegros lograron ganar en Castalia ante el Sporting de Gijón, con un resultado de dos goles a cero, que devolvía la ilusión a sus aficionados. Este resultado, que cumplía con el dicho: “Entrenador nuevo, victoria segura”. Pero solo sería un espejismo.
El equipo ha pasado de jugar un fútbol “de toque” con Óscar Cano a un fútbol más agresivo; con menos posesión y menos agraciado para el espectador con Garrido. Seis han sido el número de salidas en el mercado invernal y tres las llegadas, un número bastante pobre para un equipo necesitado de refuerzos. Esto, conjuntamente a los malos resultados han llevado a los aficionados castellonenses a pasar de la ilusión de volver al fútbol profesional diez años después, a la decepción de ser el colista de la categoría.
Actualmente el CD Castellón lleva una racha muy negativa; cuatro partidos seguidos sin lograr puntuar; ni en Castalia ni fuera de casa. Esta cosecha de resultados negativos es la que ha llevado al club a situarse en la última posición de LaLiga SmartBank.