Beauvue, Borges y Uche: una Triple Entente fallida
El delantero guadalupeño y los centrocampistas tico y nigeriano han sido apuestas en firme del Dépor por jugadores fuera de categoría que se han estrellado
En 1904 y 1914 se gestó en Europa lo que se llamó la Triple Entente. Un pacto entre Gran Bretaña, la III República Francesa y el Imperio Ruso para protegerse unos a otros de las amenazas expansionistas que los imperios alemán, austrohúngaro y el Reino de Italia estaban elevando. Fueron los gérmenes de la Primera Guerra Mundial donde los signatarios de aquella Triple Entente (con ciertos matices históricos que no vienen al caso), con el apoyo de Estados Unidos, se llevaron.
Aquella alianza funcionó a pesar de las enormes diferencias que había entre sus tres signatarios. Pero lo que no ha funcionado es la estrategia del Dépor de arrasar en Segunda ‘B’ como aquellas tres naciones con fichajes fuera de categoría. Hablamos de la contratación con sueldos totalmente fuera de lo que se viene pagando en la categoría de bronce de Celso Borges, Uche Agbo y Claudio Beauvue.
Todos ellos volvieron o continuaron en el club para ser baluartes. Para ello el Dépor les firmó unos contratos astronómicos y que, a día de hoy, se puede decir son la auténtica ruina para el club. El tico fue la gran apuesta de Fernando Vidal para retornar al club. Lo intentó en enero, pero no se pudo lograr su salida del Göztepe turco. Se hizo en verano con un contrato que poco menos era una hoja en blanco a un jugador que está dando un rendimiento pésimo. Muy, pero que muy lejos, de lo que ofreció en su primera etapa en A Coruña.
Los casos de Uche Agbo y Beauvue fueron similares. Ambos estaban la temporada y fueron jugadores que habían dejado sensaciones. El Dépor, tomando esa referencia, pujó con su continuidad con unas cantidades muy altas. Pero como en el caso de Borges su rendimiento está siendo de lo más pobre en todos los ámbitos. Ninguno de ellos destaca en los partidos que juegan y pasan con más pena que gloria por los campos de Segunda ‘B’.
A ellos, además, podrían unirse los casos de Diego Rolán y Miku. Aunque el uruguayo salió del club en enero, el club apostó porque siguiese en Segunda ‘B’ con una ficha que es prohibitiva para muchos equipos incluso en Segunda División. En el caso del venezolano sus problemas físicos han justificado en parte el pobre rendimiento que ha ofrecido. Pero su sueldo también está notablemente fuera de mercado.
Todo esto ahora supone un ‘papelón’ para el club en los próximos meses. Es imposible que ninguno de ellos siga en el club con su actual salario una temporada más en Primera RFEF o Segunda RFEF el próximo curso. Habrá que buscarles una salida que en algunos casos -Borges el más notorio- no será tan sencillo. Una tarea compleja y de difícil salida plenamente satisfactoria para el club que ahora preside Antonio Couceiro.