Desde hace unos pocos días, el Málaga ya puede decir que navega por aguas tranquilas. La mar arbolada y de fortísima marejada que atraviesa desde el verano de 2019 es ya parte de la historia. La entidad puede decirse que ha sobrevivido a la peor crisis de su historia (teniendo en cuenta que se refundó en 1992). Ahora en la entidad ya se mira al futuro con muchas mejores perspectivas para poder buscar volver a su sitio.
La primera piedra de ese futuro encaminado a recuperar su sitio se puso con la continuidad efectiva de Manolo Gaspar. El director deportivo que entró de forma interina ‘comiéndose un marrón’ ha solventado con mucho tino y acierto algo que no era sencillo. Afrontó esta temporada con una sanción de LaLiga en cuanto al número de fichas y con la cantidad de tope salarial más baja de toda la categoría de plata. No hay que olvidar de que de los 4 millones de euros que aproximadamente se tenían, una parte muy importante se fue en las indemnizaciones del ERE y acuerdos de rescisión.
Aun así la plantilla que se construyó ha salido adelante y la salvación, objetivo inamovible para este curso, va muy bien encaminada. Por eso la siguiente piedra que cimente el proyecto será el prolongar la continuidad de su actual entrenador, quien ya tiene un acuerdo para seguir. Sergio Pellicer seguirá como entrenador de la entidad, pues ya tiene un acuerdo para continuar que será oficial en cuanto el club pueda estimar su límite salarial para el próximo curso para redactar un contrato acorde a la categoría donde está entrenando y sin salirse de las posibilidades del club.
Las primeras piedras para recuperar la gloria perdida en el Málaga están puestas. Falta ver cuáles y como serán las siguientes a partir del verano.