El empate del sábado ante la Ponferradina volvió a elevar la preocupación en torno al Rayo. Nadie duda de que con balón hay momentos de lucidez y de buen juego. El equipo genera peligro y busca siempre el área contraria, pero tiene un grave problema que le lastra: la poco fiabilidad defensiva que está mostrando todas las jornadas desde que comenzó el 2021.
Si el equipo anotase varias de las acciones que tiene por partido, probablemente ese problema se mitigaría. Los números dicen que el equipo de Iraola es uno de los tres conjuntos (junto con Almería y Espanyol) que más llegadas a área contraria protagoniza. Pero al no lograr más goles que le hagan depender menos de su fiabilidad defensiva, ésta penaliza. Ya lo dijeron muchos entrenadores y deportistas a lo largo de la historia del deporte; los ataque ganan partidos, las defensas, campeonatos.
Porque de los 10 partidos (8 de Liga y 2 de Copa) que ha disputado el Rayo en este 2021, solo ha dejado la portería a cero en uno de ellos. Y fue en Miranda de Ebro el pasado 19 de enero cuando vencieron al CD Mirandés por 0-2. En el resto de encuentros, tanto a Dimitrievski como a Luca Zidane les ha tocado recoger hasta un total de 15 veces en esos 9 partidos, lo que son 1,67 goles encajados por partido. Esto ha hecho que vuelve a situarse a solo un punto de caerse del play-off; justo la misma situación en la que acabó 2020.
Iraola ha probado cambiando la portería y la defensa. Prácticamente todos los jugadores defensivos han tenido minutos y ninguno ha dado una mejoría notable sobre otro. El pasado sábado fue el argentino Saveljich el que salió en la foto de forma evidente. El penalti a Yuri y su absurda expulsión por protestar su primera amarilla le dejaron como señalado. Iraola debe encontrar soluciones ya antes de que el equipo se le caiga definitivamente.