La guerra de goles se la llevó el Celta
Partido cargado de goles en el Alcoraz con varias remontadas que acabó cayendo para el lado celeste
Los azulgranas se agarran con uñas y dientes a la permanencia, que pasa por una victoria este domingo ante un Celta que navega por aguas tranquilas pero que tiene que volver a su mejor versión para sumar de tres en tres y no meterse en problemas.
Los dos equipos salieron con el mismo plan: presiones altísimas, asfixiar y provocar errores. Muchas imprecisiones en los primeros compases, fruto de esas estrategias. Fruto de las mismas, no tardó en llegar el primer gol del encuentro. Salida en velocidad del Celta, Brais Méndez adelantó para Aspas, este dejó a Santi Mina solo ante Álvaro Fernández y el delantero marcó con un disparo raso y durísimo al segundo palo.
Como es costumbre por El Alcoraz, allí nadie rebla y pronto empezaron los de Pacheta a dar avisos. La tuvo Rafa Mir por partida doble. Primero, galopada hasta quedarse ante Rubén Blanco, pero el disparo con la derecha se fue a las nubes. Poco después, le cayó el balón botando dentro del área, lo empaló y se estrelló en la espalda de Hugo Mallo.
Tanto va el cántaro a la fuente, que no es de extrañar que no tardase en llegar el empate. Locura en el banquillo oscense. Centro desde la derecha, desajuste defensivo del Celta y Siovas cabeceó totalmente solo dentro del área. Imposible para Rubén Blanco. Y el sin reblar no quedaría ahí. Y es que dos minutos después llegaría el segundo. Remontada en 3 minutos. Pase al espacio, Rafa Mir encaró a Rubén Blanco, soltó un disparo cruzado y la puso en la escuadra izquierda.
Increíble la reacción local. El Celta había salido a ser sólido atrás y a presionar arriba, pero tras el gol sufrió una relajación y, en ese mejunje, encontró oro el Huesca. Dos desajustes defensivos y dos goles. Con el paso de los minutos, liviana mejoría del Celta, pero sin el punch necesario para poner de nuevo la igualada. Tenía que dar un paso adelante el equipo de Coudet y lo hizo en el 36′. Paradón de Álvaro Fernández en un mano a mano con Brais Méndez, el balón salió volando, lo empaló Nolito de primeras y, aunque parecía una parada moderadamente fácil, no metió el pie bien Álvaro y el cuero acabó en las mallas.
Festival de goles e intensidad que dejaría algún ¡Uy! antes del descanso. El más claro uno de Rafa Mir. Pase de ruptura, remata Rafa Mir solo dentro del área y la mandó al lateral de la red. Estaba algo escorado, con poco ángulo. Y en un partido en el que pasaba de todo, también hubo lesión que perjudicaba al Celta. Se llevó un golpe Rubén Blanco. Le desequilibró Insua en un salto, cuando ya tenía el balón atrapado y cayó al suelo fatal. Se llevó la mano a la rodilla el portero que no pudo sesguir. Se fue llorando, por su propio pie, pero entre lágrimas. Tras 7 minutos de descuento, se llegó al descanso con el empate a 2.
De la locura al bajón en la primera parte y de nuevo a locura en la segunda. Y es que no tardó nada en llegar de nuevo el gol celeste. Tras un aviso de Brais Méndez con un disparo al palo largo que despejó el portero con la yema de los dedos, Hugo Mallo haría el tercero en el saque de esquina en medio de un desastre defensivo de los locales. Córner a favor del Celta que voló al segundo palo y, ahí, incomprensiblemente estaba solo el capitán olívico. El jugador remató de cabeza al primer palo y la puso lejos del alcance de Álvaro Fernández. Desajuste de marcas y tercer tanto para los gallegos.
Con el marcador en contra, buscaba sorprender Mikel Rico. Su disparo no encontró los tres palos, después de haber golpeado de primeras el balón despejado de un córner. Apretaban los oscenses que a punto estuvieron de poner el empate en el 68′. Error de Aidoo, que forzó el despeje con la diestra en vez de ir con la zurda, le dio mal, la dejó muerta en la frontal, disparó Escriche con Iván Villar descolocado y el balón dio en la madera izquierda.
No se venían abajo los locales que no tardarían en volver a tener otra opción de poner el empate. Despeje defectuoso de Murillo que se metía en su portería. Y voló a su derecha para evitarlo con un paradón. Y como sucediese en el primer tiempo, cuando el Huesca lo busca sin reblar, lo encuentra. Sacó Coudet a Araújo para poner una muralla, y sólo 1 minuto después se llevó el 3-3. Centro desde la izquierda que desvió Hugo Mallo y le cayó a Ferreiro estando totalmente solo. El 7 finiquitó con la zurda y fusiló a Iván Villar.
Pero como se suele decir, dura poco la alegría en la casa del pobre. Y tras salvar una opción Álvaro Fernández a disparo de Santi Mina desde dentro del área que detuvo yendo rápido a su derecha, llegó el cuarto para los gallegos. Galopada de Aspas desde la derecha, se la dejó a Fran Beltrán y este la empaló en la frontal, poniéndola lejos del alcance de Álvaro Fernández.
Quedaba partido y visto lo visto quedaba emoción y puede que más goles. A punto estuvo el quinto del Celta que la estrelló en el palo. Disparo raso desde la frontal de Ferreyra que se estrelló en la madera diestra. Se le agotaba el tiempo al Huesca de sellar el festival de goles con el cuarto y poner el empate. Los tres puntos parecían cada vez más cerca de Vigo. Y así fue no sin sufrir hasta el último suspiro. Jarro de agua fría para los oscenses ante un Celta que volvía a ganar.
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