El 10 de julio de 2018 terminaba uno de los romances más idílicos de la historia del fútbol, y, concretamente, del Real Madrid. Cuatro Champions League y 451 goles después, Cristiano Ronaldo puso rumbo a Turín, dejando atrás nueve años en los que hizo historia con la elástica merengue. La tensión interna que venían arrastrando el Presidente, Florentino Pérez, y la estrella lusa, terminaron con uno de los divorcios más traumáticos que recuerda la afición madridista.
Como suele suceder en las separaciones, al principio todo eran sonrisas. El portugués presumía de su nueva familia en las redes sociales, mientras que desde la capital se hacía hincapié en que el juego colectivo del equipo mejoraría mucho sin Cristiano sobre el césped del Santiago Bernabéu. Pero como también suele suceder en algunas separaciones, las caretas no tardan en caer para dar paso al arrepentimiento.
En sus cinco últimos años como madridista, Cristiano se alzó ni más ni menos que con cuatro Balones de Oro. Del mismo modo, en ese mismo lapso de tiempo, el Real Madrid se alzó con la ansiada ‘Orejona’ cuatro veces, algo insólito hasta la fecha. El tiempo no ha hecho más que evidenciar el desastroso negocio que hicieron ambas partes.
Las evidencias de un negocio ruinoso para ambas partes
Desde su fichaje por la Juventus, el máximo goleador de la historia de la competición europea no ha logrado pasar de los cuartos de final de la que era su competición fetiche. Especialmente dolorosa para él ha sido la reciente eliminación frente al Oporto, por la cual está recibiendo duras críticas. Por su parte, el Madrid, tras haber ganado tres Champions de forma consecutiva, no ha logrado pasar de octavos -a expensas de lo que ocurra el martes frente al Atalanta–. Un dato importante a remarcar respecto a este, es que antes de su marcha, el Madrid encadenó ocho temporadas consecutivas llegando a semifinales de la competición. Demasiadas evidencias como para ser casualidad.
La pérdida de los al menos 50 goles que el luso garantizaba por temporada ha sido un lastre para el Madrid, que desde su marcha acusa una evidente falta de gol. Por su parte, el astro portugués sigue haciendo números que le permiten pelear por la Bota de Oro, pero el equipo que lo acompaña no muestra el nivel competitivo que mostró el Madrid que le llevó al Olimpo futbolístico, lo cual ha repercutido en su reconocimiento a nivel individual. El uno tiene lo que le falta al otro, y el otro tiene lo que le falta al uno.
Sutiles acercamientos que hacen pensar en un regreso
Sin embargo, lo que en su día parecía una ruptura sin retorno, ahora ya no lo parece tanto. Poco antes de cumplirse un año de su marcha, Florentino y Cristiano protagonizaron un acto público en el que el Presidente hizo muestras públicas de cariño hacia el que fuese su estrella. Entre ellas, una delatadora sonrisa ante los gritos de un espectador que imploraban que «trajese de vuelta» al luso.
Unos meses después, el máximo goleador de la historia del club se dejó ver por primera vez de regreso al Bernabéu para presenciar un Clásico. La efusividad del portugués al celebrar los goles de su ex-equipo hicieron que las redes se llenasen de mensajes pidiendo su regreso.
Casi tres años después, ambas partes parecen haber entendido que de ninguna otra forma volverán a lograr lo que consiguieron juntos. Así mismo lo ha reconocido Zinedine Zidane en rueda de prensa, que ha dicho mucho sin decir nada, haciendo hincapié en «el cariño que le tiene a Cristiano…».
Un regreso ¿a destiempo?
Ha llovido mucho desde su marcha, y ahora son otros nombres los que deslumbran en el cartel europeo: Mbappé, Haaland… Son estas figuras las que acaparan el radar del Madrid. O al menos lo hacían hasta que desde Italia comenzaron los rumores de que el futuro de CR7 estaba lejos de Turín. Incluso el Corriere Dello Sport se ha aventurado a publicar la supuesta cifra en la que la Vecchia Signora tasa a su estrella: ¡29 millones!.
Entre los contras de esta supuesta operación, se encuentran el elevado salario del luso, que tanta desavenencias generó entre él y el Presidente, y su edad. Sin embargo, cabe remarcar que a sus 36 años, el propio futbolista ve lejos el fin de la carrera, y del mismo modo lo atestiguan sus números, que le sitúan aún en la cima futbolística.
El principal pro, como es evidente, es que es un futbolista que conoce perfectamente el funcionamiento del equipo y rendiría desde el minuto uno. Y a mayores, que no es un futbolista cualquiera, sino que se trata del mejor jugador de la historia del club.
¿Podrá Cristiano Ronaldo cumplir su promesa de retirarse con la camiseta blanca a los 41 años? El tiempo dirá.