Sporting y Oviedo fueron las dos caras de una misma moneda en la vigésimo novena jornada de LaLiga SmartBank. Los rojiblancos se impusieron al RCD Mallorca en un gran encuentro colectivo que decantado del lado rojiblanco tras dos errores de la zaga visitante. Un triunfo muy meritorio que vuelve a tener como gran protagonista a Djuka. Sus dos goles, y ya van diecinueve, valen oro para un equipo, el de David Gallego, que sigue demostrando por qué está en la parte de arriba.
Distinto análisis se puede hacer de lo visto en el Tartiere. Con muy poco, el Leganés se llevó los tres puntos del feudo oviedista tras un partido muy flojo de los azules. Los de Ziganda se vieron superados, sobre todo tras encajar el primer gol, y volvieron a ofrecer una versión muy alejada de su mejor nivel. Flojos en la parte de atrás y sin brillo ni ideas en la zona ofensiva, el Oviedo buscará pasar este mal trago en el campo del líder de la categoría.
El líder tampoco puede con ellos
- Se rompió la racha del visitante: Se medían en el partidazo de la jornada el único equipo del fútbol profesional español que seguía invicto frente al único que como visitante también permanecía. Al final esa balanza, que, ojo, no tenía porque romperse, lo hizo del lado local. El Sporting fue camaleónico. Supo jugar una primera media en la que con balón desarboló al rival. Pero después de ello supo jugar cerca de una hora sin balón y lograr que el rival continuase desarbolado y no le hiciese daño alguno. Mariño no tuvo que ejercer de salvador como otras veces y solo en una pillería unida a un pequeño despiste tras un saque de banda permitió una ocasión de Abdón Prats.
- Djuka sigue marcando diferencias: El partido dejó buenas cosas. El experimento del ‘cuadrado’ en ataque con balón, con Nacho Méndez y Manu García como falsos extremos funcionó. Esos carriles quedaron para los laterales que los ocuparon con soltura. A Saúl García ya estamos acostumbrados a verle en esa lid. Pero esta vez hasta Bogdan, que peca bastante de conservador en sus incorporaciones al ataque lo hizo con muy buen tino. También se vio a un Campuzano móvil, capaz de sacar de sitio a las defensas, pero sobre todo se vio ‘al de siempre’. Djuka volvió a marcar diferencias para hacer lo que debe, lograr goles. Tuvo ocasión y media siendo generosos y se fue con dos goles para su cuenta. Marca absolutamente las diferencias.
- Atornillado a la promoción: Con el triunfo ante el Mallorca el Sporting se atornilla fuertemente a los puestos de play-off. Deja la séptima plaza a ocho puntos y en caso de hipotético empate el goalaverage ganado. Lo cierto es que el ascenso directo lo tiene más cerca pues en el peor de los escenarios (victoria este lunes de la UD Almería) estará a siete. Solo un descalabro monumental en este último tercio de temporada parece puede impedir que el cuadro rojiblanco dispute la fase de ascenso a LaLiga Santander. Al menos, como mínimo.
- Mirando a lo inmediato: Dijo David Gallego que ‘si miras lejos, te caes’. Por esa razón en el Sporting solo importa lo inmediato y eso es el sábado con la visita al Sabadell. Un rival herido y en descenso que será otra prueba para los rojiblancos. No caben confianzas ante nadie y menos en esta categoría. Después de ese partido tocará recomponer el equipo con las ausencias por la ‘ventana FIFA’ que sin duda dejarán algo mermado al equipo. Pero eso será en una semana. Ahora toca lo inmediato; ahora toca la Nova Creu Alta y llegar a 54 puntos el sábado a las 18h.
Un partido para olvidar
- El Oviedo no se encontró. Tras cuatro encuentros sin perder de forma consecutiva, afloraron viejos fantasmas ya vistos en los meses de enero y febrero. El cuadro azul, que empezó bien el partido, se vino abajo tras encajar el primer gol. Desde ese momento, los carbayones se vieron superados en todo. Sin contundencia en la parte de atrás y sin ideas en los metros decisivos del ataque, el Leganés vivió un partido cómodo en el que, a parte, la suerte también le acompañó. Un encuentro para olvidar que pone fin a una gran racha de resultados.
- Con muy poco hizo mucho. Sin hacer un choque brillante, el Leganés se llevó un suculento premio del Carlos Tartiere. Garitano logró vencer en la parte táctica a Ziganda, lo cual acercó la victoria a los madrileños. Los carriles fueron un quebradero de cabeza para los dos costados. En la parte derecha, Javi Hernández, al margen de los dos goles, complicó en exceso la vida a la zaga asturiana. Además, Borja Sánchez se vio obligado a defender muy cerca de Femenías, lo cual significaba recorrer demasiados metros cuando recuperaba el balón. Un aspecto que al Oviedo le pesó y mucho. Otro Borja, en este caso Bastón, desarboló a la zaga asturiana desde el primer momento. No hizo un partido exquisito, pero, con muy poco, el Leganés se llevó el choque. Y eso preocupa.
- Sin reacción. Quizás otro de los aspectos que más preocupa tras lo visto en el Tartiere es la falta de reacción que se vio conforme sucedían los acontecimientos. Los azules no reaccionaron ante el primer gol. Tras el segundo, Tejera recortó distancias, pero a los oviedistas les siguió costando generar acciones de gol que permitiesen igualar el choque. Tampoco se vio la reacción deseada tras los cambios. La más clara, y fue muy clara, la tuvo Grippo en el tramo final en un remate al larguero que suponía el 2-2. Pero, como decimos, ante el Leganés no salía absolutamente nada.
- Inexplicable. La expulsión de Christian Fernández. Aún son muchos los que se preguntan que vio el colegiado del encuentro para mostrar las dos tarjetas amarillas al central del Oviedo. Nadie va a descubrir que el zaguero es uno de esos jugadores duros, competitivos y que lo dan todo. Algo que, en muchas ocasiones, cuando choca con un rival le hace salir perdiendo. Pero más allá de eso, se necesita una explicación de las dos cartulinas. En la primera, Bolaño ni siquiera toca al rival. Minutos después, en una falta más que discutible, ve la segunda. Christian Fernández no estará en Mallorca tras ver dos amarillas que nadie se explica.