Los dos policías nacionales que arrestaron a principios de agosto de 2020 al capitán del Deportivo, Álex Bergantiños, serán investigados por presunta detención ilegal del jugador. Al menos, así lo ha ordenado la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña y ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG).
La Audiencia, tras estimar el recurso presentado por el jugador del Deportivo contra el auto del Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña en el que ordenaba el archivo de la causa relativa a su arresto, ha determinado que se tome declaración a los dos funcionarios del Centro Nacional Policial de Integridad en el Deporte y Apuestas (CENDIPA) como investigados.
El tribunal ha decidido, igualmente, que se amplíe la declaración del perjudicado tras haber considerado como «razonable» la indagación jurisdiccional reclamada por el futbolista. Todo «en relación con una actuación policial ya tildada repetidamente de irregular y que presenta indicios de reunir marcadores de tipicidad penal (detención ilegal por funcionario)«.
Los jueces indican en el auto que los hechos objetivos «ponen en tela de juicio la necesidad conceptual de la detención». Pues, para ellos, «nada avalaba el pronóstico de que el capitán del Deportivo no comparecería al ser llamado a dependencias policiales, fiscales o judiciales. Además, en modo alguno existía riesgo de fuga».
Muchas dudas sobre su legalidad
«Para afirmar la legalidad de una detención, para descartar la desviación de poder, no basta con averiguar la objetiva existencia de un hecho delictivo. Tampoco llega con percibir un juicio indiciario de autoría. En el presente caso, francamente cuestionable, es imprescindible una valoración del peligro de fuga del sospechoso», arguye la Audiencia.
Los magistrados recalcan que ese riesgo de sustracción a la acción de la justicia del futbolista «ni es sugerido en el atestado ni se infiere de dato alguno traducido de la instrucción» porque «sencillamente, no existía».
Bergantiños fue detenido en plena calle el pasado 5 de agosto. Se le acusaba por la presunta comisión de un delito de corrupción entre particulares tras hacerse público un audio que envió a un grupo privado de WhatsApp, con sus compañeros de vestuario. Todo sobre el partido aplazado entre su equipo y el Fuenlabrada.
Ese encuentro tenía que haberse celebrado en horario unificado en julio. Pero el Fuenlabrada viajó con positivos de coronavirus a Galicia y el partido fue suspendido. Esto supuso el descenso del Deportivo a Segunda División ‘B’ por el resto de los resultados que se dieron en esa última jornada de LaLiga SmartBank.