El Espanyol se da un festín a costa del Logroñés
Un 4-0 favorable al conjunto perico ha decidido un partido que ha controlado desde un inicio el RCD Español. En la otra banda el Logroñés no ha podido ni parar al rival ni generar peligro para acabar con una mala racha de resultados.
Después de tres semanas sin sumar tres puntos es un encuentro el RCD Espanyol ha conseguido la victoria frente a un conjunto que lleva algo más sin vencer un encuentro. Un Logroñés que se balancea sobre la tela de los puestos de descenso, de la misma forma que balancea sobre la cuerda su entrenador, y más después del partido de esta noche.
La victoria del Espanyol la podríamos clasificar como dolorosa para el equipo rival. Tanto por el resultado, como por el desarrollo del partido.
El equipo dirigido por Sergio Rodríguez empezó de una forma pésima. Con tan solo nueve minutos el Espanyol ya había puesto contra las cuerdas al guardameta riojano más de una vez. Los minutos pasaron y el Logroñés llegó a su momento placentero. Ese momento en que no es que estés controlando, pero ya no sufres. Ahí fue cuando empezaron los golpes para la UD Logroñés.
Que mejor momento para abrir la lata que el minuto de Dani Jarque. En medio de los aplausos por el eterno 21 llegó el primer gol periquito. Después de probar y seguir probando, fue Puado quien consiguió el premio. Embarba la puso desde el costado y sin saber como, ya que no iba nada alta, Javi Puado puso la cabeza para enseñarle al esférico el camino de la portería defendida por Miño.
En ese momento llegó el primer vaso de agua fría para los riojanos ya que era cuando estaban encontrando su sitio en el encuentro. Pero siendo sinceros, fue un tanto que no sorprendió a nadie. El Espanyol estaba haciendo méritos suficientes como para que en algún momento entrara. Si allí llegó el vaso de agua fría, cuatro minutos después llegaría el cubo de agua congelada. Primero Melendo encontró a Embarba para anotar el segundo y después, cuando el número del minuto aun no había cambiado, Pedrosa anotó el tercero con un disparo muy fuerte desde el balcón del área.
En cinco minutos el Espanyol hizo demasiado daño. Ese tres a cero en el marcador caló tan a dentro de los jugadores del Logroñés que a veces parecían puestos de decoración sobre el verde. Alguna ocasión peligrosa pudo ingeniar Iñaki antes de que acabara el primer tiempo, pero no llegó a poner en peligro la portería de Diego López.
En la cara de Sergio Rodríguez se apreciaba la necesidad de ir al vestuario. No sería la primera vez que al Espanyol se le puede empatar un resultado, aunque en este caso se veía algo complicado si no se daba un giro de 180º. Y como se podía entrever, el cuarto del Espanyol subió al marcador. Una falta que podía llegar a generar peligro por parte del Logroñés, se formó la contra y Puado le regaló el gol a Dimata para cerrar, si ya no lo estaba, el encuentro.
Con ese resultado el conjunto visitante ya puso su cabeza en el siguiente partido, que será una auténtica final. Para ese encuentro no podrá contar con Jaime Sierra ya que el colegiado decidió que merecía ser expulsado al ver la segunda amarilla. Una targeta que se podía evitar perfectamente viendo el contexto en el que se vivía el encuentro, pero el árbitro no lo consideró así.
Por lo que una derrota más en el contador del Logroñés le deja, por el momento, fuera del descenso. Con 31 puntos se sitúa en el 16º lugar y recibirá la siguiente jornada al Real Zaragoza. El Espanyol se coloca en segundo lugar con 58 puntos y visitará Castàlia en la jornada 31.
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