Fin de rachas y reparto de puntos en La Rosaleda
El Málaga, que llegaba con dos victorias seguidas en casa, empató a uno con un Tenerife que acumulaba dos derrotas fuera del Heliodoro
Málaga CF y CD Tenerife empataron a uno y se repartieron los puntos en el encuentro disputado en La Rosaleda, que también supuso el fin de las rachas en que ambos conjuntos estaban inmersos. Los ‘boquerones’ llevaban dos partidos seguidos ganando en casa, mientras que los canarios acumulaban dos derrotas fuera de su coliseo. Ramon Folch se encargó de igualar el luminoso después del tanto inicial marcado por Nono en propia meta.
Tras acumular nueve partidos seguidos sin lograr el triunfo en casa, el Málaga rompió la mala racha en la jornada 26, aprovechando la visita del Rayo Vallecano. Las mieles del triunfo, saboreadas desde su propio hogar, gustaron tanto que los pupilos de Sergio Pellicer repitieron contra el Sabadell. Y no estaban dispuestos a compartir la receta con sus oponentes, quienes no estaban logrando mostrar la misma versión del Heliodoro lejos de las islas —y esta vez no contarían con un titular indiscutible como Shaq Moore—. Presión alta, intensidad, peligro canario mediante el balón parado y un eslálom de Jairo Samperio que Sipcic desvió ante el inminente cabezazo de Caye Quintana. Los primeros tres minutos habían sido eléctricos.
El Tenerife domina y anota… en propia
El primer disparo del encuentro fue favorable al CD Tenerife. Nono decidió hacer uso de la estrategia para lanzar un córner y Kakabadze apareció de la nada para golpear el balón, pero la defensa malagueña se encargó de desviar su trayectoria. Un par de minutos más tarde, los pupilos de Luis Miguel Ramis volvieron a acariciar el gol. Gio Zarfino recuperó un esférico en campo contrario, lo dejó para Nono en la banda derecha y Fran Sol no consiguió rematar con comodidad el centro que le habían lanzado. El Tenerife había entrado al encuentro con hambre de victoria y, para ello, había hecho uso de la técnica que había patentado el Málaga: ir a por todas y dominar los primeros tramos del encuentro.
Estos sustos sirvieron para prender la llama del Málaga, que poco a poco empezaba a controlar la posesión, pero no el duelo. Su primer disparo tuvo que esperar hasta el minuto 22… y qué disparo. Jozabed le filtró un balón perfecto a Jairo, este lo envió al punto de penalti y, desde segunda línea, llegaba Luis Muñoz dispuesto a marcar… Pero Nono apareció para cortar la jugada, con la mala fortuna de que terminó desviando la pelota y la colocó en la esquina inferior derecha de su propia portería, haciendo inútil la estirada de Dani Hernández. El Málaga acababa de inaugurar el marcador con su primera ocasión, cortesía de la defensa rival.
Gio Zarfino tuvo la oportunidad de volver a poner las tablas instantes más tarde, pero su remate impactó de lleno eb el travesaño. El uruguayo, Kakabadze y Germán Valera, con un cohete de última tecnología, buscaron el empate, pero, al final, se llegó al descanso con la victoria del Málaga por la mínima, gracias a la inesperada colaboración de un desafortunado Nono.
El esfuerzo tiene su recompensa
La segunda parte empezó más letárgica. El Tenerife intentó dibujar el mismo planteamiento que en la primera mitad, dominando y presionando en campo rival, pero, en esta ocasión, el Málaga supo responder y se mostró más calmado con su trato de balón. Esto derivó en un ritmo más pausado y los contragolpes, antes eléctricos, se habían convertido en una especie en extinción.
La primera ocasión de gol tuvo que esperar hasta la hora de juego. Un mal control de Bruno Wilson derivó en un mano a mano de Caye Quintana ante Dani Hernández que el guardamenta pudo bloquear con éxito. El Málaga, plagado por las lesiones, vio como la fortuna le volvía a dar la espalda y Escassi salió cojeando del césped. Mientras las asistencias médicas evaluaban la dolencia, Nono lanzó un misil que salió demasiado alto. Finalmente, el mediocentro pudo volver a la acción.
En el minuto 74, el Tenerifo tuvo una ocasión de oro. El georgiano Kakabadze envió un centro milimetrado a la cabeza de Fran Sol, quien golpeó el balón con toda su furia. Soriano voló para parar el cabezazo a quemarropa del delantero del Tenerife. Shashoua fue el siguiente en probar fortuna y, finalmente, el esfuerzo tuvo su recompensa. En el córner posterior, Bruno Wilson remató, Ramon Folch tocó el rechace con la puntera y el esférico pasó por debajo de Juan Soriano. El portero reclamó falta, pero el VAR decretó la validez del gol.
Finalmente, el partido acabó con empate a uno. El Tenerife dominó la mayor parte del encuentro y vio como la fortuna le había dado la espalda con el desafortunado gol de Nano, pero Ramon Folch se encargó de hacer justiica en la recta final. El Málaga se coloca en décima posición, con 41 puntos. Por su parte, el Tenerife se irá a merendar undécimo, con 40 puntos.