En el Celta tienen claro que no quieren que Álvaro Vadillo (Puerto Real, Cádiz, 12 de septiembre de 1994) vuelva en verano. De forma abierta y sin tapujos desean y confían en el ascenso del RCD Espanyol para que éste ejecute la cláusula de compra obligatoria del extremo gaditano por 2 millones de euros. Aunque Vadillo fue fichado libre en el pasado mercado de verano tras rechazar éste la renovación con el Granada, en el Celta el extremo ya es considerado un fichaje totalmente fallido. No cuenta para el futuro y por eso ansía que el Espanyol ascienda para poder así rentabilizar la operación.
Lo cierto es que Vadillo, tras jugar el curso pasado 26 partidos (logrando 3 goles y dando 2 asistencias) con el Granada, tampoco está teniendo apenas participación en el Espanyol. Solo ha disputado 147 minutos repartidos en 10 encuentros. Su tardía llegada al equipo, así como las lesiones, le han privado disponer de apenas minutos. Una situación que parece, además, complicada de que cambie ante el buen hacer de hombres como Embarba, Melendo o Nico Melamed.
Desde el Celta pronto tras su llegada empezaron a ver que el fichaje de Vadillo era un error. Según recoge La Voz de Galicia de fuentes del club era «un futbolista que vino con unas expectativas que no se corresponden con lo que ofrece. Llegó creyendo que iba a jugar por decreto y que tampoco generaba el mejor ambiente posible en el vestuario». Algo que no ayudó a que Óscar García, a quien ya de por sí no le agradaba el fichaje, contase con él; motivo por el que salió rumbo al RCDE Stadium en las últimas horas del mercado. Un viaje que en el Celta esperan sea sin retorno.