La salida de Abelardo Fernández del Alavés no es aún oficial. Pero realmente es como si lo fuese. El propio técnico se ‘cesó’ tras el partido frente al Celta con sus declaraciones en rueda de prensa. No porque fuesen salidas de tono, sino aludiendo a una conversación con Sergio Fernández que llegaría después y confirmaría poco menos que su marcha del equipo. Todo está preparado como en una serie de televisión en la que se cambia a la estrella principal. Javi Calleja, salvo sorpresa, será ese nuevo actor protagonista del ‘entuerto’ en el que se ha convertido salvar del descenso al Deportivo Alavés.
Sin embargo, la salida de Abelardo tiene más dudas que certezas. Los números, pésimos, con solo un punto de los últimos veintiuno, es una de las pocas certezas. El como será la salida, que parece será de mutuo acuerdo, no parece que se vaya nunca a decir. En cualquier caso, ni el Alavés quiere que continúe, ni Abelardo quiere continuar. Lejos de ser solución, Abelardo sabe se ha convertido en parte del problema. Hay que reconocerle que al menos no se ha agarrado al puesto hasta que el club no tuviese otra opción. Aunque también cabe la interpretación de que se va cinco minutos antes de que lo echen. Cada uno escogerá la versión que le parezca.
Falta que se confirme si es Javi Calleja el que llega al club y se sienta el próximo sábado en San Mamés; próxima parada liguera del Alavés. Un cuadro babazorro situado colista a tres puntos de la salvación. La empresa no es ni mucho menos quimérica, pero las sensaciones si dan esa impresión. Faltará ver si con el madrileño y su intocable 4-4-2 en rombo que lució en el Villarreal logra evitar que el Glorioso vuelva a una Segunda División más infame cada año que pasa.