Cristian Álvarez y Tejero le dan la victoria a un gris Zaragoza desde los 11 metros
Un penalti parado en la primera mitad y otro anotado en la Segunda le permiten al conjunto maño huir del descenso
Fuenlabrada y Zaragoza cerraban la jornada 33 en un partido con la permanencia en el horizonte.
La victoria del Cartagena aumentaba los nervios en el conjunto maño, pues esta les dejaba a tan sólo un punto del descenso.
El Fuenla por su parte, tenía un buen colchon respecto a esta zona roja con 8 puntos de margen.
Esta tranquilidad en la clasificación se plasmó en el terreno de juego, y fue el conjunto madrileño el que dominó con creces la primera parte.
Borja Garcés sería el encargado de tener la primera acción del choque, que se marchó por encima de la portería defendida por Cristian Álvarez.
El Zaragoza parecía no haberse presentado al partido. Las llegadas brillaban por su ausencia, permitiendo así a su rival hacerse con el control del esférico.
La falta de tensión les pasaría factura en el 19 cuando Jair cometió uno de los llamados penaltis “tontos”. El central derribó a Sotillos y le dio la oportunidad a su equipo para adelantarse.
Sin embargo, el guardameta argentino aún tenía algo que decir, y con una gran estirada le adivinaría el penalti a Ibán Salvador.
El fallo no igualó la balanza y el Fuenlabrada continuó metiendo a su rival en su campo, obligando a Álvarez a seguir trabajando por su equipo, sacándole otro zapatazo a Salvador.
A medida que el encuentro se acercaba al final de la primera mitad el Zaragoza se fue desperezando, y con la amenaza de JIM a sus hombres poniendo a varios jugadores a a calentar, el equipo gozó de sus primeras ocasiones.
La más clara la tuvo Jair, quien tras una mala salida de Belman, pudo rematar a puerta vacía, pero su cabezazo se marcho desviado.
En la segunda mitad el ritmo del partido decayó significativamente, y las ocasiones con ello.
Tras un inicial cabezazo de Juanma que se marchó fuera, la posesión cayó del lado del Fuenla y las ocasiones apenas se dieron.
Volvió a tener Jair el gol en su cabeza, pero Belman estuvo fino esta vez y pudo sacar el remate bombeado.
Llegó entonces el turno de los entrenadores: Oltra porque veía a su equipo mejor y JIM porque el punto se le quedaba escaso.
Movieron ambos el banquillo y ambos lo hicieron con una mentalidad ofensiva, introduciendo varios hombres de ataques.
En la recta final del choque y con el partido prácticamente abocado al empate, Pulido le quiso dar alas al Zaragoza, cometiendo un penalti sobre Azón tan innecesario como el de Jair en la primera mitad. Tejero tomaría la responsabilidad y no le temblaría el pulso para engañar a Belman, dándole la victoria a su equipo, y poniendo tierra de por medio respecto al descenso.