Todo empezó el pasado domingo 4 de abril, a la conclusión del encuentro de Mendizorroza, feudo en que el Celta maravilló en los primeros 20 minutos de juego consiguiendo 3 goles por parte de su tridente atacante. Y digo conclusión, porque en el viaje de vuelta a Vigo hay un tweet de Denis Suárez pasadas las 16 horas, evocando un mensaje de «afouteza» que rezaba lo siguiente «¿Quién se sube al carro? Imos» sobre una fotografía donde lo acompaña la estrella del equipo, don Iago Aspas Juncal.
Y eso lo refrendó el equipo en la primera parte del encuentro de este lunes ante el Sevilla (3-2, half time) con esa presión ahogante en medio y 3/4 de campo, sumándole esa fluidez de balón cuando tocaba. Pero el pasaporte europeo tiene un precio, ya que de ese modo, queda descuidada la retaguardia y así se vio en los 4 goles recibidos, sobre todo en el cuarto, donde hay un error garrafal del ghanés Aidoo. La portería también tiene que subir el nivel para conseguir billete para ese anhelado periplo. He ahí los handicaps, además de la limitación de revulsivos, tal como reflejaron Coudet y Iago esta semana.
Del vestuario celeste se desprende la convicción de que la permanencia virtual está conseguida a estas alturas y por que no, hacer más ameno este final de temporada para el seguidor celeste con la intentona continental, algo que a día de hoy parece hipotética su consecución. Y no es algo descabellado, después de 2 temporadas de tremendo sufrimiento hasta los estertores de la competición, sobre todo hace menos de una año, donde anímicamente el Celta estaba derrotado, ya que pasó de depender de sí mismos a supeditarse de que el rival no ganase a un campeón de Liga plagado de reservas.
Precisamente el centrocampista de Salceda sigue creyendo en esa vía, pese al tropiezo que nos antecede. Y ahí está la llave, con el triple enfrentamiento ante los que ocupan actualmente plazas de Europa y Conference League -Real Sociedad (22 de abril), Villarreal (9 de mayo) y Betis (23 de mayo). De imperiosa necesidad serán los 3 puntos ante rivales de tierra de nadie como Osasuna o Levante y Getafe (quien estará con las dudas del descenso). Todos ellos en Balaídos. Partiendo del rosco del Camp Nou en la jornada 37, bienvenida sería una igualada, con un Barça jugándose el título con toda la plana mayor sobre el campo.
Más razones para creer están en el puntaje de la séptima posición en los 3 cursos precedentes, sobrepasando la cincuentena de tantos. Peculiar es el caso del Espanyol en la 2018-2019, quien estaba coqueteando con los puestos de la quema en la jornada 30 y que consiguió el billete europeo en la última jornada del campeonato, ante un rival directo como era la Real Sociedad. El símil está ahí, porque el Betis -sexto posicionado- visita Balaídos en el desenlace de la competición.
En resumen, podemos recapitular otra aventura de lucha céltica y subirnos a ese barco que tratará de navegar hacia aguas continentales con estos 2 capitanes de la instantánea principal guiando el timón. Unámonos y confiemos.