Un Barça eficaz deja los tres puntos en casa frente a un descafeinado Getafe
El FC Barcelona suma otra victoria para seguir en la carrera por la Liga. Una victoria algo accidentada al haber dos goles en propia puerta y dos conjuntos muy distintos dentro del terreno de juego.
El Gefate empezó a pedir el descanso a la media hora de partido. Las cosas no empezaron de la mejor forma para ellos, pero hasta ese momento estuvieron dentro del partido. Con tan solo tres minutos disputados Messi ya avisó que hoy sería su día. Un disparo muy potente reboto en el larguero y no acabó entrando, pero si rozando la línea de gol. Aunque ese no entró, pronto llegaría el primero del argentino. Busquets encontró un pase que le iría perfecto a Leo Messi para encarar a Soria y finalmente cruzar el esférico para abrir la lata en el partido.
La respuesta azulona llegó muy temprano. Cucurella centró al área y Ángel recibió pero al disparar encontró el brazo de Lenglet que se metió el gol en propia aprovechando que Ter Stegen estaba esperando en el otro palo. Un disparo de Ángel que no iba ni entre los tres palos. Todo fue a favor del Getafe ya que el Barcelona se encontraba con diez jugadores, ya que Mingueza tuvo un susto en la jugada anterior. En ese instante el Getafe se encontró con la suerte que todo equipo tiene una vez por partido.
Esa misma fortuna la perdió de golpe cuando Soria y Chakla tuvieron problemas de comunicación. En ese momento los ánimos de ambos equipos eran de posibilidad de anotar tanto en una portería como en la otra, aunque los catalanes vivían mucho más en el área contraria. El tanto llegó y aunque Messi estuviera cerca no llegó de sus botas. Soria salió a buscar el balón cuando Chakla lo aguardaba pero el jugador pensó que el guardameta seguía en la portería e hizo el pase para que le llegara. Pero el que llegó a portería y cruzó la línea de gol fue el esférico. El enfado de Soria con Chakla y viceversa dio a entender que no hubo comunicación entre ambos y por eso subió en 2-1.
A partir de esta jugada el Getafe empezó a desaparecer y eso se reflejaba en el rostro de su entrenador que ya pedía el descanso. Con ese marcador después del descanso con los cambios se podría tocar la tecla correcta para sacar algo bueno, pero Messi volvió a aparecer. Igual era la tercera o cuarta ocasión de peligro que tenía el Barça, pero la eficacia del argentino era tal que no hacía falta nada más para poner más ventaja en el luminoso.
Bordalás movió varias fichas al volver del descanso para, al menos, recortar distancias y entrar en el partido. Para eso necesitó que el VAR entrara y que el colegiado revisara un pisotón de Araujo a Ünal. Finalmente, eso acabó siendo pena máxima favorable al Getafe que el mismo Ünal metió al engañar a Ter Stegen y vencerlo. Aquí volvió a resurgir el conjunto madrileño. Se volvieron a ver dentro del partido. Con tan solo un suspiro más podrían llegar a empatar, pero la historia no había acabado allí ni mucho menos.
En un saque de esquina de Messi llegó el cuarto local. Ese córner encontró a Araujo que metió la cabeza en el primer palo y de un testarazo anotó el tanto para remediar su error del penalti. Aunque con eso parecía ya acabado el encuentro, no se dio por finalizado hasta que Griezmann no anotó la pena máxima. Con todo esto el marcador se cerró con un 5-2 favorable a los azulgrana.