Valencia CF, el equipo futbolín
El poco juego que aporta el Valencia lleva a tal punto de compararlo con el clásico juego recreativo.
El futbolín es ese juego recreativo que se dice que inventó un inglés -como todo o casi todo-, pero que en verdad lo inventó un español de Finisterre, conocido como Alejandro Finisterre.
El futbolín para el que vaya muy perdido es un juego en el que se ponen cuatro barras -portero, defensa, medios y delanteros- por equipo evidentemente intercalados y que trata de ir pasando la bola entre líneas para superar a la defensa y al portero y marcar gol.
A mí y a muchos niños y jóvenes, les ha dado grandes tardes de entretenimiento yendo a pedir un euro para poder jugar y el que perdiera por 5-0 pasaba por debajo de la mesa, excepto si se marcaba al menos uno. Yo que era muy malo pasé muchas veces por debajo.
Bueno, yendo al grano, os estaréis preguntando el por qué comparo al Valencia con un futbolín, pues bien, en el futbolín pones el esquema que quieras y los jugadores solo se mueven de izquierda a derecha y pasas el balón hacia adelante si tienes destreza para ello.
Pues eso que he definido anteriormente es lo que hace el Valencia, porque juegan con un 1-4-4-2, pero en defensa le filtran todos los pases y solo hace que moverse de izquierda a derecha.
Y en ataque, tampoco se mueven, nadie se sale de su ‘barra’ para hacer un desmarque de ruptura y nadie se mueve para generar ningún espacio no sea que se salgan de su barra y se acabe el juego.
Lo he dicho muchas veces el Valencia es un equipo planísimo sin ideas de juego, sin automatismos y con un centro del campo incapaz de generar una mínima situación en la que poner en jaque al equipo rival formado por Soler –“heredero de Parejo” es que te tienes que reír- y Racic. El único que se podría salvar es Guedes, pero este solo juega cuando le interesa.
Esto os sonará de lo que he dicho antes, si no tienes habilidad para pasar la bola entre líneas del futbolín te atascas y acabas perdiendo la pelota y el rival seguramente te marque.
Además, estas barras del futbolín, deben estar manejadas por una persona que haciendo el símil en el Valencia es Javi Gracia, si este tuviera que jugar al futbolín le sería muy fácil porque no tendría que hacer cambios -cosa que muchas veces no hace o los hace tarde- y no hace falta saber mucho para jugar, aunque si juegas mal seguramente tendrás que acabar arrastrándote, por el suelo por que has sido humillado; algo que aquí has estado haciendo constantemente.
Y ahora ya, para acabar y después de dar esta similitud que deja en tan mal lugar al Valencia, que bueno, es la realidad; quiero acabar mandando un mensaje a los aficionados ‘chés’: el de unidad y apoyo al equipo que lo pidió Gayá.