Kike García aúpa al Eibar
El hat trick del "obrero del gol" deja la salvación a cuatro puntos y mete en la pugna por la permanencia a un Alavés que despertó demasiado tarde.
Final en Ipurúa con el descenso como protagonista. Eibar y Alavés midieron sus fuerzas en un derbi vasco con necesidades para ambos conjuntos. Kike García dio alas al club armero con un gol tempranero, cerrando él propio delantero el encuentro en los quince primeros minutos de la segunda mitad.
Kike García sacó su magia
Los de Mendilibar sabían de la importancia del choque y salieron con todo al césped. Kike García recogió un balón en el corazón del área, y con dos exquisitos toques orientados con el pecho se hizo hueco en la zaga babazorra para cruzarle la pelota a Pacheco y abrir la lata. El partido estaba siendo un monólogo azulgrana y Kike García gozó de otra gran oportunidad con un disparo de primeras que se marchó por muy poco.
El equipo de Calleja fue entrando en la dinámica de partido y Joselu probó a Dmitrovic, pudiendo atrapar fácilmente el portero local la portería. El Eibar seguía dando el máximo y el segundo estuvo cerca de caer antes del descanso. Expósito en primer lugar y Bryan Gil más tarde no lograron aumentar la distancia en el marcador.
El obrero del gol construye dos tantos más
El Alavés salió algo más enchufado a la segunda mitad. Sin embargo, después de un tímido cabezazo detenido por Dmitrovic Kike García conseguiría el doblete con un remate de primeras tras un centro lateral de Edu Expósito. Cuando mejor estaban los de Calleja, segundo mazazo de los locales.
Javier Calleja decidió mover piezas Rioja y Pere Pons entraron en juego. Mendilibar hizo lo propio sustituyendo a Cote, dando entrada a Soares. Sin embargo, nadie podía opacar la figura de Kike García que consiguío su hat trick después de un recorte pegado a la línea de fondo para clavar la bola en la escuadra izquierda de Pacheco.
El equipo blanquiazul iba con más corazón que cabeza al área rival. Guidetti, que acababa de entrar en el terreno de juego, parecía ser la esperanza a la que se tenía que aferrar la escuadra de Mendizorroza. El propio delantero tuvo un par de ocasiones, sin peligro para los de Mendilibar. En el último tramo del partido el «Glorioso» intimidó la meta local, aunque el tiempo del partido fue controlado por los armeros, que supieron darle la pausa necesaria para adormecerlo. Tres puntos no determinantes pero sí suficientes como para soñar con una permanencia épica.
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