Tenía el Deportivo la obligación ayer en Riazor de ganar para evitarse sufrimientos. Esos hubiesen llegado en una última jornada en Soria si el cuadro de Rubén de la Barrera no hubiese ganado ayer al Unión Popular de Langreo. Lo hizo con contundencia, 5-0. Un número, el 5, que no se veía en el marcador local de Riazor desde finales de 2016. Concretamente en el encuentro correspondiente a la jornada 14 de Primera División cuando los herculinos vencieron 5-1 a la Real Sociedad.
Aquel equipo, dirigido por Gaizka Garitano, llegaba al partido, que cerraba la jornada al jugarse de lunes decimoctavo. El Sporting de Gijón había ganado un día antes a Osasuna y con esa victoria metió a los herculinos en descenso. Sin embargo el cuadro coruñés destrozó sin piedad a la Real Sociedad de Eusebio Sacristán. Sidnei, Iñigo Martínez en propia puerta, Babel y Andone en dos ocasiones marcaron para el Dépor. Incluso pudo lograr un sexto tanto si el holandés Babel no hubiese fallado un penalti.
Han tenido que pasar 1.610 días; algo más de cuatro años para que en Riazor se haya vuelto a ver cinco goles en un partido de liga. El doblete de Miku y los goles de Borja Granero, Adri Castro y un Celso Borges que jugó aquel partido completo frente a la Real Sociedad toman el testigo de aquella.
No obstante no cabe duda de que de hacerlo en Segunda ‘B’ a hacerlo en Primera División hay un trecho largo. Aquella temporada Garitano fue cesado tras 27 jornadas y llegó Pepe Mel para lograr la salvación. Una salvación que no se lograría al año siguiente y que acabaría en lo que es hoy el Real Club Deportivo de la Coruña que seguirá, el curso que viene, fuera del fútbol profesional.