Jornada agridulce, según se mire, para los dos equipos asturianos en Segunda División. Siempre es preferible ganar, nadie lo duda, pero sumar en dos campos complicados y ante dos equipos de la zona alta de la tabla siempre es positivo. En el caso del Oviedo, además, con remontada incluida. Porque lo que eran nubes y chaparrones al descanso dio paso a un cielo completamente azul en una segunda parte para el recuerdo. Un segundo acto, el de Almería, que debe servir al equipo como reflejo de cara a los encuentros que se le vienen por delante.
El Sporting, por su parte, también empató en un campo harto difícil como es Butarque. En una repetición de lo que hemos visto casi toda la temporada, el equipo de David Gallego fue muy sólido. Apenas concedió al rival pero volvió a evidenciar que no hay pólvora. Como le lleva ocurriendo varias semanas se genera poco y lo que se genera no se aprovecha. Además de un exceso de conservadurismo que empieza a hacer que las voces críticas suban de tono e intensidad.
Un punto valioso tras 48 horas
- Misma idea y mismo once: El plan del Sporting y de David Gallego no tuvo ninguna variedad respecto a La Romareda. Repitió once y planteamiento con y sin balón ante un rival como el CD Leganés que tiene más recursos que el Real Zaragoza. Sin embargo defensivamente en todo el choque el Sporting solo cedió dos claras ocasiones. Una en un balón largo que sorprende a Babin y otra en un centro de Sergi Palencia que Gaku Shibasaki desaprovecha de forma increíble. Al final lo que se repitió fue un planteamiento que priorizase el no encajar como se viene viendo en muchos partidos los últimos meses.
- Solo Riesgo evitó el éxito del plan: Sin hacer grandes cosas, lo cierto es que en el primer tiempo el plan no salió por la falta de gol que sigue evidenciando Manu García y una parada sideral de Riesgo a Aitor García. Del ovetense nadie duda de su calidad, pero tanta tiene como falta de gol a la hora de definir. En la ocasión del onubense, conectó un gran disparo desde 25 metros que buscaba la escuadra pero Riesgo evitó. Siempre quedará la duda de que hubiese pasado si en vez de chutar cede a Saúl García que entraba solo para encarar al portero en el mano a mano. Nadie duda de que si el Sporting se adelanta, probablemente se hubiese llevado el triunfo.
- Una segunda parte para olvidar: Pero no lo logró y en la segunda parte el Leganés corrigió cosas y no permitió al Sporting transitar de defensa a ataque con tanta facilidad. A ello ayudó que el cuadro rojiblanco tampoco tomó el más mínimo riesgo. Si podía tocaba y tocaba buscando un hueco que nunca aparecía por la lenta circulación o el buen hacer del Leganés. Los pepineros monopolizaron casi totalmente el dominio del balón, pero solo generó una clara ocasión, además de algunos disparos lejanos que no sorprendieron a Mariño. Se quejaban los pepineros de que el quinto venía a su casa a empatar. Aunque sean lloros, razón no le falta, desde luego.
- El tiempo hace mejor el punto: El punto tuvo dos lecturas. No perder en casa de un rival directo es bastante bueno. Además ese punto permitía a los rojiblancos seguir en play-off una jornada más pasase lo que pasase. Sin embargo la derrota del Rayo 24 horas después de acabar el encuentro en Butarque hacía el punto aún mejor. Y es que el Sporting sale de un envite contra un equipo muy complicado sin perder y habiendo sumado. Ahora, eso sí, está obligado a ganar al Lugo antes de, prácticamente, jugarse la temporada en Montilivi el lunes 17 frente al Girona.
El Oviedo saca su orgullo
- Tormenta y calma. Fue una primera parte muy complicada. El Oviedo, que cuajó un buen inicio de partido, volvió a complicarse la existencia con dos penaltis en apenas dos minutos. Aunque Femenías atajó el primero, no pudo con el segundo. El Almería se adelantaba con lo mínimo. El delantero nigeriano, minutos después, volvió a castigar a los azules en un error impropio de una defensa de tres centrales. Pese a todo, la reacción carbayona llegó en una segunda parte brillante. Los azules, que tuvieron ocasiones para recortar distancias, se subieron al carro de la remontada tras un zapatazo de Obeng. Grippo, con una chilena espectacular, igualó las tornas (con mucho suspense, eso sí). El Oviedo lograba una calma impensable en el tiempo de descanso.
- Jimmy. Cambió el partido por completo. En Almería ya había completado uno de sus mejores encuentros con la zamarra azul hace dos temporadas, y el sábado volvió a hacerlo. El Oviedo fue otro con el canterano en el campo. Un futbolista que siempre aporta y encuentra soluciones. La mejoría de los de Ziganda en el segundo acto es consecuencia directa de su aportación al juego. Nunca se escondió y siempre ofreció una alternativa a sus compañeros. Tácticamente, otro encuentro sobresaliente. El mediocentro pide paso.
- Un Oviedo a contracorriente. Mirandés, Alcorcón (los dos partidos), Zaragoza, Mallorca, Málaga, Lugo, Espanyol, Ponferradina y Almería. Equipos que se adelantaron ante los azules en lo que va de temporada y no acabaron ganando el partido. Porque parece que el equipo de Ziganda se ha matriculado en remar a contracorriente. Ante Zaragoza y Lugo para ganar; en el resto de los casos, para sumar un punto.
- Final en el Tartiere. Las victorias en la jornada del lunes de Sabadell y Alcorcón dejan la zona de descenso más apretada que nunca. El Oviedo, cinco puntos por encima del peligro, recibirá el domingo al Sabadell en el Estadio NMR Carlos Tartiere. Un duelo que, de ganar, certificaría la tranquilidad en el cuadro azul, que busca evitar pasar los apuros de la pasada temporada. El partido más relevante del año y más de media salvación se juega en noventa minutos en el municipal ovetense.