Los goles, la salsa del fútbol, el ingrediente que nos anima e incita a disfrutar con el espectáculo deportivo. El gol es sin duda algo que la parroquia compostelana ha echado de menos en la segunda fase de su equipo y porqué no decilo, en la primera.
El Compos ha achacado durante todo el curso la falta de gol algo que se ha acentuado en la segunda fase de la competición donde el premio gordo estaba en juego. Durante los 18 encuentros de la primera fase, el cuadro blanquiazul sumó 20 tantos, una media de 1,1 goles por partido. De los equipos menos goleadores del grupo lo que provocó que no lograse colarse entre los tres primeros pero le valió para acabar en la parte tranquila de la tabla.
Los gallegos ya empezaron el curso cargando con este lastre y es que hasta el 7 de noviembre, jornada 4 de competición, no lograría abrir la lata de los goles, aunque bien es cierto, lo haría a lo grande venciendo 3-0 al ya descendido Guijuelo.
Con la llegada de la fase 2, decisiva para lograr estar en Primera RFEF, el problema se agravó. Y es que en 5 partidos disputados, solo resta el de este sábado ante el Langreo, los compostelanos no han conseguido ni un solo triunfo y solo han marcado 2 goles, una media de 0.4 tantos por partido. 0,7 tantos menos por partido que en la ya escasa primera fase.
El curso acaba y sin duda el debe merjorar de la esedé es la puntería de cara a puerta ya que llegar el conjunto de Yago Iglesias llega, pero no ejecuta. Un partido resta para acabar el curso y el equipo buscará mejorar precisamente esa tarea pendiente para sumar los últimos tres puntos del curso y la primera victoria de la segunda fase donde ha cosechado 3 derrotas y un empate que le han llevado a ser el último de esta clasificación de 6.