El Lugo se reencontró con la victoria en LaLiga SmartBank después de 112 días de sequía, desde que derrotara al Tenerife en el Anxo Carro el 23 de enero, un triunfo que le permite mantener opciones lograr la permanencia.
Dos penaltis en los últimos cinco minutos, ambos provocados por Chris Ramos, que apenas llevaba unos instantes en el terreno de juego, y transformados por Manu Barreiro, dieron a los lucenses los tres puntos ante el Mirandés, que se había adelantado antes del descanso (2-1).
Fue el primer partido de la temporada con aficionados en el Anxo Carro y el final de vértigo permitió a los jugadores liberar toda la tensión acumulada en los últimos meses.
Después de 16 jornadas consecutivas sin ganar, la peor serie, con diferencia, de todas sus participaciones en Segunda División, el Lugo volvió a sonreír. La última victoria llevó el selló del segundo entrenador de la temporada, Mehdi Nafti, y ahora va por el cuarto. Luis César Sampedro no pudo ganar en los ocho encuentros que dirigió al plantel y Rubén Albés tuvo que esperar al cuarto partido para conseguirlo.
El técnico vigués lo había rozado en el anterior encuentro en el Anxo Carro, ante el Zaragoza, pero un gol del portero argentino Cristian Álvarez en la última jugada del choque, a los 97 minutos, le dejó con la miel en los labios.
El Lugo sigue en una situación comprometida y en posiciones de descenso, pero, los tres puntos le permiten reengancharse a la pelea por seguir en el fútbol profesional por décima temporada consecutiva.
Su ‘resurrección’ se produjo ante el mismo rival y en el mismo escenario en el que la temporada pasada certificó la salvación en la última jornada del curso. Ahora, tendrá que buscar ese mismo objetivo en los tres partidos que restan, ante el Albacete, el Cartagena y el Rayo Vallecano.
Manu, el Rey de los 11 metros
Manu Barreiro ha sellado un estilo propio desde los once metros, distancia que el delantero del Lugo afronta con sangre fría, sin que le afecte la presión que conlleva ejecutar una de esas acciones y la situación en que se encuentra su equipo.
Ante el Mirandés la tensión era máxima. Con su habitual estilo, impasible, concentrado en el disparo, sin ningún tipo de nerviosismo. Con 2.000 personas, las que por primera vez se pudieron dar cita esta temporada en el Anxo Carro, atentas a su disparo. Barreiro contra el portero, Raúl Lizoain. Dos experimentados futbolistas en una batalla psicológica que cayó del lado del rojiblanco. Barreiro, que hace un trabajo de desgaste, a veces oscuro, durante los noventa minutos y tiene su fuerte en el balón aéreo, se ha especializado en los lanzamientos desde los once metros.
Lleva ya quince goles desde esa distancia y ha entrado en el top 50 de los futbolistas que más penaltis han convertido en Segunda División, una tabla que lidera el exdeportivista Rubén Castro y en la que, además del canario, solo superan al del Lugo el argentino Cristhian Stuani y Yuri de Souza entre los que esta temporada militan en la categoría de plata.
El jugador de Santiago de Compostela afronta su tercera campaña en el Lugo, al que llegó en el mercado invernal de la temporada 2018/19.
Desde entonces, ha aportado dieciocho goles, once de ellos en el curso actual, en el que ha marcado más desde los once metros que de cualquier otra forma.