Los equipos que cada año descienden acostumbran a ser pasto de los buitres. Éstos son equipos que ven en los equipos que descienden oportunidades de mercado a muy bajo coste para nutrir sus plantillas. En el fútbol, como en el ciclo de la vida, los vivos se aprovechan de los recién fallecidos, aunque aquí sea solo arrebatándoles jugadores.
En Eibar se prepara una buena ‘desbandada’. De la actual plantilla solo siete jugadores tienen contrato (y quizá no todos continúen). Otros, bien por final de contrato o porque pueden quedar libres tras ese descenso, se irán porque tendrán ofertas. Uno de los casos más conocidos es el de Kike García, objeto de deseo de muchos equipos entre los que también está el Huesca. Pero el murciano no es el único jugador de la plantilla armero que gusta en El Alcoraz. Aunque queda todo supeditado a lograr la permanencia, en Huesca ya le han echado el ojo también a Cote y Recio.
El lateral zurdo asturiano es de los jugadores que puede quedar libre tras el descenso. En el cuadro oscense no cuentan con Luisinho para el curso que viene y pueden verse en la tesitura de que Javi Galán se vaya, por lo que necesitan un hombre para el carril zurdo y el gijonés ofrece garantías por su notoria experiencia. Esta campaña, tras pasarse la primera parte lesionado jugó solo 14, pero suma más de 200 partidos en Primera.
En el caso del mediocentro malagueño, estaba cedido en el Eibar desde el Leganés con opción de compra obligatoria en caso de permanencia. Al descender, en Ipurúa no van a ejecutar esa cláusula y le resta un año de contrato en el Leganés que el cuadro pepinero no tiene mucho interés en que cumpla. Su llegada podría producirse libre o, como mucho, con un traspaso low cost. Este curso jugó 20 partidos, pero suma más de 250 en la máxima categoría.
Tres nombres que si el Huesca lograse incorporar a sus filas no solo supondría una mejora en la plantilla. Sino que también añadiría mucha experiencia a su plantilla, algo que de lo que no va, ni mucho menos, sobrado.