El ‘affaire’ Budimir aún va para largo. Osasuna sabe que la única forma de quedárselo es abonando la cláusula de compra de ocho millones que tiene sobre él. Una cláusula que expira el 30 de junio según se desprende del propio club navarro, aunque desde Palma hace al menos una semana que están intentando apremiar en la decisión. En el club bermellón quieren conocer que va a hacer Osasuna una vez han negado la posibilidad de una nueva cesión o una negociación para su traspaso por debajo de esa cifra de 8 millones.
Dado que el Mallorca no acepta una negociación, en Osasuna están decididos a marcar los tiempos porque así se lo permite el contrato. Su intención, adelantada por Diario de Navarra, pasa por abonar esa cláusula de compra, pero para ello necesita dos cosas. Primero disponer del dinero sin comprometer el resto de su planificación y segundo asegurarse de que el propio jugador croata se muestra convencido sin fisuras de firmar un contrato de larga duración (única forma de que Osasuna pueda tener una amortización asumible por comprarle) con el club rojillo.
Y es que en Pamplona no son pocas las voces que se muestran preocupadas por los antecedentes. Sin ir más lejos, forzando su salida de Palma tras el descenso bermellón hace un año. En Osasuna no hay dudas con Budimir, cuyo rendimiento este año ha sido extraordinario y saben de lo que les puede dar. Pero el club antes de dar el paso definitivo hacia su compra quiere conocer si el propio jugador tiene ese mismo convencimiento para vincularse y comprometerse sin fisuras con Osasuna. Como queda más de un mes para poder ejecutar esa cláusula, Por todo ello, Osasuna se lo tomará con calma.