El pasado miércoles, EL COMERCIO avanzaba el seguimiento e interés del Real Sporting de Gijón en fichar al extremo zurdo de Panathinaikos, Aitor Cantalapiedra Fernández (Barcelona, 10 de febrero de 1996). Extremo de la ‘nueva’ escuela, zurdo y que acostumbra a jugar a banda cambiada liberando el carril para la entrada de los laterales, tiene contrato en Grecia hasta 2023. Esta campaña ha jugado 24 partidos (3 goles y 3 asistencias). Titular no indiscutible pero sí habitual, lograr su fichaje desde el equipo heleno no le sería sencillo al Sporting.
En cualquier caso, sería un fichaje que a día de hoy sería inviable negociar. Al menos, si nos atenemos a actos pasados y no tan lejanos. Hace menos de un año el Real Zaragoza negoció su fichaje cuando el jugador quedaba libre en el Twente holandés. Entonces ante el final de temporada poco halagüeño del club maño que anticipaba el final que tuvo sin lograr el ascenso, el barcelonés no esperó por ellos. Había puesto como condición al club maño el jugar en Primera División y al no verlo claro firmó con el Panathinaikos. Un antecedente que hace pensar que la viabilidad de su fichaje pende de un ascenso.
Aitor Cantalapiedra se formó en las canteras del FC Barcelona, UE Sant Andreu, FC Damm y RCD Espanyol. Tras dejar La Masía pasó por los filiales de Villarreal y Sevilla, ambos en Segunda División. No tuvo mucha participación en ambos, pues solo jugó 22 partidos, logrando 2 goles y 2 asistencias en la categoría de plata. Su explosión llegaría después, en la Eredivisie con el Twente, donde en dos temporadas jugó 62 partidos logrando 24 goles y dando 17 asistencias.
Esos números fueron los que hicieron al Real Zaragoza buscar su fichaje. Pero al no haber ascenso en La Romareda el jugador se fue a Grecia. Falta ver si la dirección deportiva rojiblanca puede lanzarse a por su fichaje o debe buscar alternativas.