Es una jornada complicada. Sobre todo, para el Real Oviedo. Los azules fueron obligados a jugar un partido intrascendente en un momento muy duro. El cuadro de Ziganda recibió al Mirandés en el Tartiere en un encuentro donde los jugadores rindieron un emotivo homenaje a Arnau, fallecido el pasado sábado. El conjunto carbayón, que hizo una gran primera parte, fue superado en el segundo acto por el Mirandés. Pese a ello, los oviedistas suman un nuevo empate, el decimo octavo de la temporada.
Y si hay que hablar de empates es el Fuenlabrada quien se sienta en el ‘trono’ junto al Real Oviedo con otras 18 igualadas. Lo malo para los equipos asturianos es que el de ayer fue ante un Sporting que se jugaba medio playoff. El conjunto de David Gallego no fue capaz de aportar mordiente en ataque para tener la posibilidad de llevarse el partido, y ahora pasa a depender de terceros para alcanzar la sexta plaza. El cuadro rojiblanco necesita ganar al Almería en El Molinón y que el Rayo no gane al Lugo.
El accidente en el peor momento
- Falta de ambición en el peor momento. ¿Pudo ganar el Sporting en Fuenlabrada? Por poder, pudo. Pero en un partido en el que debes ganar no mostraste todo por ganar. Apenas cuatro ocasiones claras en todo el partido no es suficiente para ello. Otros días, contra equipos que no contaron con un inspirado Belman bajo palos que sacó cuatro paradas, especialmente dos, de mérito. Fue una cita que recuperó esa falta de carácter y competitividad que parecían olvidados. El equipo compite, sí, pero cuando la presión aprieta y empieza a ahogar se diluye. Justo lo que pasó en el Fernando Torres.
- La falta de gol da una estocada crítica. Con 36 goles a favor en 41 jornadas es imposible subir. Cierto que el contrapunto de dejar la portería a cero en 21 ocasiones de 41 partidos (lo que es una auténtica barbaridad) te ha mantenido ahí arriba. En un año con el play-off en cifras más habituales, probablemente hubiese llegado para colarse y pelear ese ascenso. Pero en este, en el que como mínimo el play-off estará en 68 puntos, una cifra que en los últimos 7 años solo hizo falta una vez. El Sporting es probable muera en la orilla víctima de su falta de gol y de un año muy caro en la categoría de plata
- Una extraña hípercompetitividad rival. Otro de los aspectos que tiene muy mosqueado al club es la actitud de los rivales con él. Públicamente son alabanzas al respeto que muestran por la competición, pero en privado hay cierto mosqueo porque el Fuenlabrada venía de dos partidos muy malos ante Logroñés y Rayo Vallecano (éste influenciado también por el arbitraje) y ayer se compitió como si se jugasen la auténtica vida. Esto ya pasó también frente a la UD Las Palmas, mientras otros equipos van a jugar contra sus rivales directos y no lo hacen con la misma intensidad. Hasta en esto al Sporting le ha tocado ‘cruz’ en este tramo final.
- Un dèjá vu conocido. Seis años los caminos de Sporting y Lugo vuelven a confluir en una jornada 42 de Segunda División. Ahora la situación es parecida a aquel ascenso de 2015. El Lugo visita al rival con el que los rojiblancos compiten por una plaza decisiva. Los gijoneses tienen que ganar al Almería en su casa y salvo empeoramiento de la situación, será con público en las gradas. Pero a su vez necesitan que los albivermellos empaten o ganen en Vallecas. Lo cierto es que el cuadro gallego está obligado a hacerlo para mantener la categoría un curso más. El azar del fútbol otra vez vuelve a unir caminos de ambos.
El Oviedo, ante su partido más complicado
- Nunca debió disputarse. El Real Oviedo fue obligado a jugar un partido sin trascendencia ninguna en un momento muy complicado para el club en general. Porque los máximos dirigentes del fútbol español, el domingo con el Vetusta y el lunes con el primer equipo, vieron una buena idea que los futbolistas carbayones disputasen esos dos partidos. En el caso del choque ante el Mirandés, el bonito gesto por parte de LaLiga hubiese sido el de aplazar el partido.
- Adiós a la temporada en casa. En medio de la tristeza por el fallecimiento de Arnau, al Real Oviedo le tocó despedir la temporada en el Tartiere frente a un Mirandés que tampoco se jugaba nada. Los azules dijeron adiós al curso como locales de la misma forma que arrancaron: empatando. Y es que ya son 18 el número de empates de los de Ziganda esta temporada. En cualquier caso, y lejos de lo deportivo, que era lo menos importante, uno de los momentos más emotivos del encuentro fue la celebración del gol oviedista, el de Tejera, que todos jugadores dedicaron a Arnau.
- Mejor en la primera parte. En un partido donde los dos equipos llegaban con los deberes hechos, el Real Oviedo logró superar al Mirandés a lo largo de todo el primer acto. Los azules saltaron mejor al terreno de juego y tardaron cuatro minutos en ponerse por delante, tras un golazo de Tejera. Aunque el Mirandés trató de responder con un disparo al palo de Víctor Gómez, no fue hasta el segundo acto cuando, tras un despiste de Mossa, Djouahra igualó el choque. Un Mossa, por cierto, que con el encuentro de ayer renovó automáticamente una temporada más.
- Clasificación. El empate deja al Real Oviedo en la decimosegunda posición empatado a puntos con Fuenlabrada y Tenerife. Precisamente, ante los isleños despedirá la temporada el cuadro carbayón, que de ganar podría dar un salto en la tabla, dependiendo, eso sí, de lo que hagan sus rivales. Un partido, por cierto, al que LaLiga ha cambiado de nuevo el horario, para dejarlo finalmente el sábado a las 18:30, disputándose el resto de la jornada el domingo a las 21:00.