No hay quien para a este Girona, los gerundenses logran un más que holgado triunfo ante un Almería en el que vuelven viejos fantasmas del pasado. Los almerienses venían de vencer en tierras asturianas, pero no dieron muestra alguna de estar metidos en la eliminatoria. Una eliminatoria que con los goles de Bárcenas, Yan Couto y Sylla está más que vista para sentencia, requiriendo los unionistas de un milagro para darle la vuelta en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.

El encuentro arrancaba con dos equipos que querían hacerse con el control del esférico. Pero los locales no tardarían en adelantarse en el marcador en la primera llegada. Ni siquiera se habían disputado dos minutos cuando Yoel Bárcenas firmaba el primero en una falta escorada botada por Gumbau. Makaridze tocó el balón, pero no pudo desviar el cabezazo del panameño. Pero la cosa no iba a quedar hay. Minutos más tarde Yan Couto subía el segundo al marcador en la segunda ocasión de los catalanes. Un tanto que llegaba tras una serie de fallos en la zaga almeriense.

Los gerundenses estaban arrollando a un Almería en el que retornaban los errores defensivos de semanas atrás. Quedaba mucho partido por delante, pero ya habían dado un gran paso hacia la final del Play Off. Todo ello sin Stuani, la gran baza de los de Francisco, sobre el terreno de juego. La eliminatoria se le había puesto muy cuesta arriba a los visitantes, a quienes les estaba costando un mundo generar ocasiones. Se rondaba el minuto 20 cuando Yan Couto tuvo el tercero en una triangulación gironí, pero el brasileño se topaba con la pierna de Makaridze.

Poco a poco los unionistas espabilaban, aunque no les llegaba para asustar al cuadro gerundense. Un conjunto catalán que seguía teniendo ocasiones, inquietando a los almerienses. No sería hasta el minuto 36 cuando los indálicos tenían la primera en un mano a mano de Sadiq que Juan Carlos sacaba con la pierna. No obstante, la acción iba a ser invalidada por un dudoso fuera de juego. Los locales estaban siendo claramente superiores, aunque no tanto como en el inicio arrollador.

Los almerienses mejoraron en los últimos minutos, aproximándose más al arco local si bien no les hacían ni cosquillas. Con 2-0, pudieron ser más, llegaba un tiempo de descanso en el que Rubi tendría que tocar muchas piezas si quería que los suyos llegasen con vida al encuentro de vuelta. Un primer tiempo en el que el Girona fue muy superior sobre la hierba de Montilivi, gozando de un arranque de partido arrollador en modo apisonadora.

El encuentro se reanudaba con los dos primeros cambios en las filas almerienses, donde entraban Aketxe y Samú Costa, retirando Rubi a un central como Maras. No les quedaba otra a los visitantes, a quienes la eliminatoria se les había puesto muy cruda. Unos movimientos que no le estaban surtiendo demasiado efecto con un Almería que le costaba en exceso generar ocasiones. En el 58′ la pudieron tener en una acción de Ramazani que buscaba el pase de la muerte a Lazo, pero el gaditano no lograba conectar su bota con el balón.

Sylla sentencia la eliminatoria

Los catalanes no estaban siendo tan superiores, si bien prácticamente no veían peligrar su cómoda ventaja. Pero cuando los visitantes parecían estar algo mejor llegaba la sentencia de un Girona que ha llegado al tramo final de temporada como un tiro. Sylla ponía el tercero luminoso en un mano a mano con Makaridze en el enésimo desbarajuste defensivo de los almerienses. La eliminatoria estaba vista para sentencia, si es que no lo estaba todavía.

Los unionistas estaban cada vez más cerca de despedirse un curso más del ascenso ante su mayor verdugo. Un verdugo que ya la pasada campaña lo dejó en el camino a esta misma altura. Los indálicos buscaban el gol de la honra, pero este estaba muy lejos de llegar. Los visitantes estaban teniendo una de su peor noche en el momento más inoportuno.

El marcador era más que cómodo para el Girona, lo que no hizo que bajaran el ritmo, demostrando que sí iban con todo a por el ascenso. Un encuentro que parecía más uno cualquiera del campeonato regular que de un Play Off, en el que no hay margen para el fallo. Tendrían los locales en el 88′ el cuarto en un disparo escorado de Bustos que metía la mano Makaridze. No se movería ya el marcador de una eliminatoria que tenía más que encarada a favor de un Girona que solo una tragedia evitará que los gerundenses estén en la final del Play Off.