El futuro de David Juncá (Riumors, Girona, 16 de noviembre de 1993) está muy nublado a día de hoy. El jugador, libre, tras rescindir contrato con el Celta parecía tener acomodo fácil en Segunda División a pesar de que, tras bajar de Primera, su caché económico sería alto. Intereses, contactos y propuestas no faltaron. Los más intensos le llegaron desde Eibar y Gijón donde el fichar un lateral izquierdo era y es una prioridad del mercado. Desde Girona se tanteó su situación antes de la finalización del play-off pero ahora mismo todo está paralizado en Montilivi a la espera de que haya nuevo entrenador.
Las opciones más probables eran Ipurúa y El Molinón, pero ahora parece que ambos serán destinos poco probables. El Sporting tiene ‘atado’ el fichaje de Kravets y la operación parece solo pendiente de darle trámite de oficialidad cuando el jugador regrese en pocos días desde Ucrania. En el caso armero la situación es similar. Con el fichaje de Glauder, el primero de los dos laterales que debe lograr César Palacios está y el segundo parece ser que la prioridad del club es, mientras el Espanyol no cierre la puerta definitivamente, Didac Vilà.
En Gijón la puerta parece cerrada y en Eibar el catalán no parece verse como una prioridad. Tras dos años sin apenas jugar Juncá se encuentra en la tesitura de no solo tener que bajar de categoría para encontrar equipo, sino que incluso tendrá que bajar bastante sus peticiones para encontrar un nuevo equipo en el que, tras un calvario de lesiones y no contar para los entrenadores, relanzar su carrera.