Si una cosa quedó clara en el primer partido de las Finales de la NBA es que Chris Paul y Devin Booker, en especial el primero, no pueden ser defendidos por interiores. Como ya hizo el veterano base en la serie ante Denver, elige al poste rival para jugarle el uno contra uno cada vez que puede. Materializa su ya clásico tiro de media distancia cayéndose hacia un lado. Imparable.
Esta vez lo tuvieron que sufrir Brook Lopez y Bobby Portis. Ambos interiores no pueden con el 3 de Phoenix. El defensive rating (estadística avanzada que mide la eficiencia defensiva de un jugador por cada 100 posesiones) no puede ser más claro, con López en pista los Bucks conceden 126 puntos por cada 100 posesiones y con Portis llegan a los 133,3.
Milwaukee optó por cambiar en todos los bloqueos directos. La estrategia no salió como esperaban. Cuando Brook Lopez defendió a Chris Paul este acabó con 5 de 7 en tiros de campo que supusieron 12 puntos. Fue el rival contra el que más lanzó, el segundo fue P.J. Tucker, pero el base de los Suns solo logró anotar 1 de sus 4 lanzamientos contra el escolta.
Mike Budenholzer tardó tres cuartos completos en cambiar a su interior. En el último periodo (el único que ganaron los Bucks) Antetokounmpo jugó como pívot. Chris Paul no quiso jugar contra él puesto que es mucho más rápido y ágil que Lopez y Portis, decidió ir contra Pat Connaughton, pero no logró los mismo resultados que contra los interiores: hizo un 1 de 3 en tiros de campo.
Esto no quiere decir que Milwaukee deba prescindir de sus interiores, de hecho, Brook Lopez fue de los mejores en ataque: 17 puntos con 7 de 14 en tiros de campo, de los cuales 3 fueron triples. La contribución del interior es importante ya que la de Jrue Holiday fue mala, 10 puntos, pero con 4 de 14 en tiros. El base tuvo que ‘bailar’ en defensa con Chris Paul y Devin Booker la mayor parte del tiempo. Va a ser muy importante su contribución en ambas partes de la pista para los suyos, frenar a las estrellas rivales y desahogar de responsabilidades a Antetokounmpo y Middelton.
Otra incógnita que se le presenta a los Bucks es la rodilla de Giannis. El griego dejó muestras de su explosividad y de su descomunal físico, pero en ocasiones se le vio cohibido e ir menos al contacto de lo que nos tiene acostumbrados. Jugó 35 minutos, capturó 17 rebotes (el que más del equipo), pero tan solo realizó 11 tiros de campo, a los que añadió un 58,3% de acierto desde la línea de tiros libres.
Veremos que ajustes hace Budenholzer de cara al segundo partido porque hay una cosa clara, Chris Paul y Devin Booker van a atacar a López y Portis todas las veces que puedan.
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