La SD Huesca tenía un plan de mercado a principios del verano que, aunque ha sido modificado en parte, se mantiene prácticamente intacto. En ese plan el conjunto altoaragonés sabía que, además de lo que pudiese obtener de la venta que haga el Wolverhampton Wanderers por Rafa Mir, había varios jugadores por los que se podía sacar dinero en el mercado. Esos eran Javi Galán, Álvaro Fernández, Sandro y Borja García. A ellos se unió de forma más inesperada Siovas, que tiene detrás suya a Rayo Vallecano, Osasuna y equipos de su país; aunque el jugador no se plantea moverse de España.
No se puede negar que en su plantilla evidentemente había otros jugadores con cartel. Casos somo Seoane (que es pretendido por el Elche) o Nwakali (que ha sido sondeado por dos equipos franceses y alemanes). Pero ambos son dos jugadores que este año el equipo altoaragonés quiere retener sí o sí. No parece que vaya a negociar su venta si llegan ofertas por ellos, ni tampoco parece que los jugadores vayan a intentar forzar su salida. Pero por el que sí espera que lleguen oferta es por Borja García.
Hace menos de un año el Huesca pagó dos millones al Girona por Borja García. Su rendimiento sin ser malo no ha sido el esperado para la inversión realizada. Además no es un perfil de jugador que convenza a Nacho Ambriz de forma plena y busca una salida a través de un traspaso que le permita recuperar parte de lo pagado por él. Según Aragón Deportes, fue ofrecido al Elche y al Getafe, pero sin que haya habido respuesta en forma de oferta. Es uno de los asuntos que quedan abiertos en esta última fase del mercado y que en El Alcoraz quieren cerrar cuanto antes.