El Nou Estadi vuelve a sonreír

El Club Gimnàstic de Tarragona se impuso por 1 a 0 al FC Barcelona ‘B’ en un partido correspondiente a la segunda jornada de Primera División RFEF. Después de un inicio de tanteo, los granas se hicieron con el control del partido y no soltaron el acelerador hasta que, en el minuto 79, Fran Carbia consiguió el gol de la victoria.

Sergi Barjuan no desaprovechó los regalos que le había hecho Ronald Koeman: Iñaki Peña y Nico González, jugadores que han estado en la disciplina del primer equipo durante el verano y el inicio de la temporada regular —el segundo ha llegado a debutar en LaLiga Santander—, saltaron sobre el césped formando parte de los once gladiadores azulgranas (hoy, de morado) dispuestos a romper la ‘maldición del Nou Estadi’. No obstante, los protagonistas de los primeros diez minutos fueron otros. Ramos Mingo, impecable en el marcaje, neutralizó a un Pedro Martín activo, mientras que el grana Pol Domingo maravilló al público con su desborde por la banda derecha.

Masterclass contra una juventud desquiciada 

Después de unos primeros compases de tanteo y de solidez defensiva, el Barça ‘B’ tuvo la primera ocasión del partido mediante una jugada de estrategia. Al lanzamiento de una falta, Ferran Jutglà se desmarcó, recibió el pase al hueco y chutó ante la impasibilidad de la muralla local. Manu García consiguió desviar a córner el disparo, pero ya era un primer aviso. Lejos de achicarse, los de Raül Agné no tardaron en reaccionar. Y, una vez más, fue a balón parado. Quintanilla remató de cabeza un saque de esquina que Iñaki Peña bloqueó, muy seguro bajo palos. A partir de aquí, los tarraconenses se hicieron amos y señores del partido ante un filial azulgrana que, desquiciado por no poder desplegar su juego combinativo, usaba continuas faltas para evitar el contraataque.

Emulando a Pol Domingo, Robert Simón se recreó por el flanco derecho en una de las jugadas más vistosas de la primera mitad. Tras deshacerse de dos defensores, vio que su ‘9’ se encontraba en el área pequeña, pero la defensa visitante se encargó de desbaratar el peligro. Pablo Fernández y Álex Quintanilla fueron los siguientes en probar fortuna con idéntico resultado. El marcador seguía con el 0-0 inicial, pero estaba claro que la experiencia se estaba imponiendo a la juventud. Tras la pausa de hidratación, el Nàstic perdonó. Pedro Martín la pasó de cabeza a Pablo Fernández en el centro del campo, este vislumbró la carrera de Robert Simón y le dejó un balón largo para que pudiera correr. Simón controló, penetró y, justo cuando cargaba la pierna para disparar, Mika Mármol se lanzó de manera providencial para rechazar el esférico.

La combinación Pablo Fernández-Robert Simón volvió a demostrar de lo que es capaz en la barrera del minuto 40, pero se encontraron con un Iñaki Peña santificado que sacó a relucir todo lo que ha aprendido de Marc-André Ter Stegen. Los reflejos felinos del guardameta impidieron el tanto a bocajarro de Simón, igual que se encargaron de bloquear el remate de cabeza de Aythami Artiles segundos más tarde. Al descanso se llegó con empate porque el destino quiso.

Se hizo justicia

El Barça ‘B’ necesitaba dar un giro de 180 grados al partido si quería tener opciones de ganar. Y así lo hizo. Apenas habían pasado tres minutos cuando Jutglà se lanzó para rematar con la puntera un centro de Guillem Jaime que Manu García pudo atrapar sin problemas. El guardameta tampoco tuvo dificultades al enfrentarse al lejano zambombazo de Matheus Pereira, pero Lucas De Vega fue un peligro diferente. Nico González entró en el área, arrastró la defensa hacia su diestra y encontró el desmarque del ’10’ brasileño en el punto de penalti. Cuando este estaba a punto de rematar a placer, resbaló, lo que provocó que el balón saliera desviado. El destino seguía empeñado en mantener el 0-0 y el inmediato remate de cabeza de Pablo Fernández en un córner no le hizo cambiar de opinión. Así como tampoco lo hizo la jugada individual de Pedro Del Campo que culminó con la cruceta de la portería temblando al recibir el impacto del balón.

El Nàstic seguía empeñado en inaugurar el luminoso. Cerca del minuto 60, fue el exgrana Guillem Jaime quien se encargó de frustrar sus deseos al desviar desde la línea de gol una falta botada por Joan Oriol. Fue en este momento que, al ver que los de Raül Agné tenían entre ceja y ceja desempatar el duelo, el destino hizo saltar al césped su as bajo la manga: el cansancio. Imprecisiones, despejes e intercepciones fueron las acciones protagonistas del partido restante. El debutante Ez Abde intentó brillar con un par de jugadas individuales, pero la definición, primero, y la aparición prodigiosa de Quintanilla, después, hicieron que Manu García nunca oliera el riesgo de verdad.

Cuando mejor parecía estar el conjunto de Sergi Barjuan, los locales dieron un golpe de efecto. Fran Carbia recibió un pase largo de Javi Bonilla, dejó atrás a un desorientado Ramos Mingo y batió a Iñaki Peña en el uno contra uno. La suerte, por fin, hacía las paces con el Nàstic de Tarragona, que anotaba su primer gol en Primera RFEF de la mano de un hombre de casa. Jutglà intentaría neutralizar el tanto segundos más tarde y lo mismo buscaría Rodado, de cabeza, en el tiempo añadido, sin éxito. Los visitantes no se rendirían y el arreón final a punto estuvo de lograr el empate.

El partido terminó con victoria local por 1 a 0. El Nàstic de Tarragona consiguió dominar las dos mitades y neutralizó el juego combinativo característico del filial azulgrana. De esta manera, los granas se colocan en sexta posición, con 4 puntos. Por su parte, el Barça ‘B’ se irá a dormir decimoquinto, con 1 punto.