El conjunto de Pablo Laso derrota en las semifinales y en la final a Lenovo Tenerife y FC Barcelona respectivamente. El Real Madrid consigue remontar ambos encuentros y consigue alzar la Supercopa. De esta manera, el conjunto dirigido por Pablo Laso consigue la cuarta Supercopa de forma consecutiva.
Con sufrimiento sabe mejor
El primer encuentro serían las semifinales. Se enfrentarían al anfitrión Lenovo Tenerife. Un encuentro a priori cómodo. Sin embargo, no sería así. Su problema desde la línea de 6,75 condenaba al Real Madrid en el marcador. Al descanso no habían conseguido anotar ninguno. Veían como el conjunto tinerfeño se marchaba 10 puntos arriba.
No sería este el único problema para el conjunto blanco. Un problema añadido fue la lesión de rodilla de Rudy Fernández. Una lesión que aparentaba ser de gravedad. Cuando parecía recuperarse y colocarse por delante, le surgirían nuevos problemas. Primero Vincent Poirier y posteriormente Edy Tavares cometerían la quinta falta personal.
Por lo tanto, el Real Madrid debía jugar los últimos 5 minutos de partido con los más “pequeños” en defensa. Contra viento y marea el conjunto blanco se sobreponía a los problemas y avanzaba a la final de la Supercopa. En dicha final se verían las caras frente al FC Barcelona.
Las semifinales llevarían ritmo francés, ya que sus mejores jugadores serían Guerschon Yabusele y Fabien Causeur, mientras que, en la final, el ritmo sería español. Serían Carlos Alocén y Sergio Llull los protagonistas en la victoria del Real Madrid.
Una más y van 4 consecutivas
La final no sería muy diferente. El FC Barcelona llevaría el timón del partido. Cosechaba la ventaja y las administraba cómodamente. Únicamente en una ocasión se colocaría por delante el Real Madrid antes del descanso. Sería con 23-24 al inicio del segundo cuarto. Poco les duraría la ventaja ya que el conjunto dirigido por Sarunas Jasikevicius volvía a distanciarse en el marcador. Ponía los 9 puntos de ventaja. Un triple de Thomas Heurtel ponía la diferencia de 6 puntos al descanso.
El conjunto azulgrana saldría más enchufado tras el paso por vestuarios. Sería así ya que disparaba la diferencia hasta los 19 puntos, siendo esta la máxima del encuentro. Reaccionaría el Real Madrid y antes del último cuarto reducía la diferencia hasta los 9 puntos. Parecía noqueado el FC Barcelona quien no conseguía controlar la avalancha blanca. Llegaría el empate al marcador con 81-83.
Fallos ofensivos del conjunto azulgrana los lastraban en el marcador. De esta manera el Real Madrid conseguía el triunfo y Sergio Llull elevaba el título al techo del Pabellón Santiago Martín. Sería la cuarta Supercopa consecutiva del conjunto blanco. La hegemonía blanca continuaba con las Supercopas.
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