El Bayern es pura dinamita

El Bayern Münich se está divirtiendo mucho en este inicio de temporada, más en la UEFA Champions League. Los bávaros volvieron a dejar en claro su superioridad en el grupo E al arrollar (5-0) al Dinamo Kiev. Aunque trataron de luchar de igual a igual, el campeón ucraniano bajó los brazos conforme fue sobrepasado por el fútbol vertical de los germanos. Ya hay un candidato claro a la ‘Orejona’.

Juego digno de verdaderos campeones

Luego de una pretemporada con muchas dudas, el aura de Nagelsmann ya se siente inscrita en el Bayern. Avasallando a sus rivales a ritmo de vendaval y espíritu de ejercito, el Dinamo de Kiev no fue la excepción. Apenas iban cinco minutos cuando Bushchan tuvo que hacer la primera parada de la noche a Lewandowski. Era un premonición a lo que se vendría poco después. Aunque el equipo del legendario Lucescu quiso retrasarla. Por lo menos unos minutos. Los ucranianos, a ritmo de Tsygankov, su jugador franquicia, hacía de las transiciones su única arma para sobrevivir en Münich. Y de no ser porque Garmash se paso de largo, quizás habría funcionado.

Sin embargo, Nagelsmann (experto en ese ejercicio vertical) anulaba sus intentos de salida rápida con una presión post-perdida asfixiante. Quizás debido a ese ahogo Sydorchuk cometió un penal evitable. Lewandowski, claramente, no lo iba a desaprovechar (12′). Como si no hubiera mañana, la presión ejercida por el Bayern no acabó, permitiendo solo al Dinamo dar pases seguros y recuperar en cuanto estos querían escapar de la red. En uno de esos atrevimientos, Müller recuperó y, como gran atacante de espacios, asistió a Lewandowski dentro del área (27′). El ritmo era infernal para el campeón ucraniano era atroz, mas aún intentó lastimar mediante balones largos. Pudo haber funcionado, pero Neuer tapó un tiro de De Pena que ya iba a portería.

Sané lidera el trámite

Esa clara chance parecía levantar optimismo en que el Dinamo iba a salir más atrevido en el complemento, por lo que el Bayern no titubeó. Pasó de primera a segunda en la caja de cambios y el partido se terminó. Comandados por un Sané que jugó de ’10’, el campeón alemán dejó K.O su homónimo ucraniano. La velocidad, al desmarque o para iniciar acciones, del canterano del Schalke 04 dejaba como conos a sus rivales, incapaces de frenarlo como de fijar al resto del cuadro teutón. Gnabry, Goretzka, Süle y Kimmich pudieron anotar, mas Bushchan era el único de su equipo en pie. Lastima que el portero nada pudo hacer ante el disparo de Gnabry (68′), muy errático de cara a puerta.

Pensó el Dinamo que eso sería todo del encuentro. Que equivocados. Sedientos de sangre (o de goles, en este caso), su supremo oponente fue a por más. Sané, que parece recuperar su mejor versión, soltó un disparo desde la banda, que hizo pasar por centro, para apuntarse en el marcador. Golazo (74′). Con los ‘Bilo-Syni’ por fin rendidos -si es que ya no lo estaban- Nagelsmann inició con las rotaciones. No obstante, eso tampoco altero para nada su sinfonía. Choupo-Moting (87) selló la manita al cabecear un buen centro de Pavard, en una gran jugada que comenzó desde portería. Inclusive el camerunés pudo haber anotado uno más al final. No hubiera sido la peor derrota de Lucescu en el Allianz (cayó 7-0 en octavos de la Liga de Campeones 14-15). Estuvo cerca. Así es este Bayern, pura dinamita.

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