Tiempos difíciles

Por vez primera en mucho tiempo el Barcelona llegaba al Metropolitano sin sentirse favorito. La salida de Messi y la situación económica han dejado al Barcelona con una plantilla que en principio dista mucho, por ejemplo, de la de su rival de esta noche. Luego  está el asunto de Koeman ratificado por Laporta horas antes del encuentro aunque añadieron se le escapa que está con un pie y medio fuera.

Por su parte Simeone vive una situación totalmente opuesta ya que goza de la que es probablemente la mejor plantilla en la historia del Atlético. A pesar de ello tampoco los colchoneros están atravesando un buen momento, el martes ganaron in extremis en Milán y vienen de caer en Vitoria la última jornada.

Con estos mimbres se presentaba un partido siempre interesantísimo. Koeman dispuso un once con mucho centrocampista. Parecía el holandés querer defenderse a partir de la posesión. Y así discurrió la primera parte por parte azulgrana; mucha posesión, nula profundidad. Mucho toque, presión… no lo hacía mal el Barcelona en ataque pero no hacía daño a los colchoneros. Una vez más el equipo azulgrana se marchaba al descanso sin ningún tiro entre palos.

Los problemas azulgrana llegaron en defensa y sobre todo en el flanco derecho. Por ahí llegarían los goles. La jugada se repetia: Mingueza saltaba muy arriba a la presión obligando a Araujo a cubrir ese espacio y ahí se producía el desajuste. Primero Lemar y después Luis Suárez al filo del descanso, siempre con Joao Félix dirigiendo el ataque, castigaron la inocencia  blaugrana en defensa. No necesitaron nada más los locales para conseguir una ventaja enorme en el descanso.

La segunda mitad siguió el mismo guión: el Barcelona tocaba y tocaba pero sin peligro. Mucho pase horizontal, muy previsible y al pie. En el Barcelona nadie rompe, no hay desmarques, nadie regatea…. todo muy fácil para el Atlético. Los locales no necesitaban mucho para plantarse en el área azulgrana. Joao Félix pudo coronar su gran encuentro con un gol pero su tiro salió muy blandito para Ter Stegen. Al poco dejaría su sitio para que entrara Correa y Suárez haría lo propio dejando su sitio a Griezmann.

En los visitantes antes había entrado Ansu por un desangelado Coutinho que tuvo la ocasión para meter al Barcelona en el partido tras una buena jugada de Gavi pero no definió ante Oblak. La entrada dió algo más de profundidad al ataque azulgrana y sirvió para activar algo más a Menphis. Las posteriores entradas de De Jong y Riqui parecían ir en esa dirección, el Barcelona metía al Atlético en su área aunque éste no se sentía muy exigido. El encuentro no daría para más. Bueno sirvió para ver una nueva muestra de las carencias azulgranas que acabó  los minutos finales finales con Araujo de delantero centro.

El Atlético con muy poquito se llevó un encuentro que el Barcelona regaló en dos errores defensivos. Los de Koeman mostraron una vez más los enormes problemas que tienen tanto en la construcción como en la definición.Llega el parón que promete ser movido en Can Barça.