El Nàstic solo sabe sumar de tres en tres (en casa)
Fran Carbia anotó el solitario gol del Nàstic ante un CE Sabadell que perdonó las numerosas ocasiones de que dispuso
El Club Gimnàstic de Tarragona se impuso por 1 a 0 al CE Sabadell y sigue sin perder en casa en la presente edición de Primera División RFEF. Los chicos de Antonio Hidalgo consiguieron dominar la mayor parte del encuentro y dispusieron de claras ocasiones de gol para ponerse por delante en el marcador. No obstante, la falta de definición les costó los tres puntos y la primera victoria de la temporada. Un testarazo del ‘pequeñito’ Fran Carbia en la segunda mitad fue suficiente para mantener la imbatibilidad del Nou Estadi.
Hambre de victoria
La presión era asfixiante. No solo jugaba ante un público hostil, sino que el CE Sabadell se encontraba a jugadores con la camiseta de color grana en cualquier parte del terreno de juego, fuera donde fuera. La omnipresencia de los locales eran tan palpable que ya en los primeros compases del duelo se forzó una pérdida de balón cerca del área. Robert Simón le robó el esférico a Guillem Molina en zona peligrosa, pero el jugador arlequinat apareció en el último momento para evitar el disparo a portería.
A pesar del marcaje defensivo, el Nàstic no conseguía controlar el juego y eran los visitantes los que, poco a poco, se iban acercando a Manu García. Y apenas en el minuto 4, perdonaron. Dani Sánchez vio el desmarque de Néstor y el extremo se la devolvió con un taconazo, pero el remate salió lamiendo el poste. El dominio de los chicos de Antonio Hidalgo era tan palpable que, diez minutos más tarde, los aficionados presentes en el Nou Estadi volvieron a contener la respiración. Tras un par de rebotes y de impresiciones en el despeje, Néstor Querol se quedó con el balón en el punto de penalti y sin oposición. No obstante, el ’11’ arlequinat erró en el mano a mano y su disparo no encontró la red. Aarón Rey y Alfred Planas fueron los siguientes en unirse a la fiesta.
La superioridad del Sabadell no solo se mostraba en ataque, sino también en defensa. Los de Raül Agné se caracterizan por desplegar un juego combinativo y vistoso, siendo Robert Simón y Pedro del Campo sus principales baluartes en la velada. Sin embargo, la solidaridad mostrada por Óscar Rubio, Aleix Coch y Guillem Molina para ayudar en el marcaje y la seguridad bajo palos que demostraba Kike Royo imposibilitaban todo tipo de peligro.
Partido no apto para cardíacos
En el minuto 24, se produjo la jugada de la polémica. Nil Jiménez y Pedro Martín combinaron con una pared en la frontal del área, pero cuando el carrilero penetró, fue derribado por la defensa rival. A pesar de las protestas del respetable, el colegiado se mostró firme: el juego debía seguir. Si la suerte no les acompañaba, se la deberían buscar ellos mismos. Desde este momento, el Nàstic se metió en el juego y empezó a demostrar su insignia solidez defensiva. Quería volver a disfrutar junto a su afición y seguir sumando de tres en tres. Sus rivales no se lo iban a poner fácil.
El juego se igualó, pero el Sabadell siguió transmitiendo mayor seguridad en el juego. De hecho, el conjunto arlequinat volvió a perdonar antes del descanso. Aarón Rey consiguió escabullirse entre Pedro del Campo y Joan Oriol, se escoró y lanzó un centró que encontró a Kaxe. Sin embargo, Manu García se santificó y evitó el 0 a 1 sobre la mismísima línea de gol. La adrenalina corría por las venas granas y los instantes previos al silbido del árbitro fueron de infarto. En el minuto 40, Joan Oriol tuvo la oportunidad de adelantar a los locales con una falta directa dirigida a la escuadra que bloqueó Royo con los puños. Pedro Martín no quería ser menos y con una volea, demasiado alta, avisó en el último minuto.
El pequeño gigante
Cuando el Nàstic parecía dominar, el Sabadell reaccionaba. Cuando los de Antonio Hidalgo tomaban la iniciativa, los de Raül Agné no se quedaban atrás. Pedro del Campo y Sergio Aguza fueron los primeros en probar fortuna en la segunda mitad, sin crear demasiado peligro para los guardametas. En el minuto 15 de la reanudación, el CE Sabadell demostró que el dicho ‘a la tercera va la vencida’ no siempre se cumple. Una nueva pared, esta vez entre Aarón Rey y Kaxe, dejó al ’21’ frente a frente con Manu García. Y, una vez más, la definición fue deficiente y el remate salió desviado.
El público hizo mofa de los errores visitantes y, por suerte, también fue el último en reír. Robert Simón, un puñal por la banda derecha, envió un centro al área pequeña. Esta vez, la defensa no consiguió repelerlo. El ‘pequeñito’ Fran Carbia se hizo gigante. El extremo remató de cabeza el centro de Simón y envió el esférico al fondo de la red. Sin brillar, el Nàstic se ponía por delante en el marcador.
El resto del partido fue intrascendente. Un Sabadell exhausto seguía buscando el ansiado tanto sin demasiada suerte, mientras que el Nàstic construyó una muralla al más puro estilo romano que nadie pudo derribar. Àlex Quintanilla, Altimira y Gabarre fueron los únicos que tontearon con el gol.
El partido terminó con victoria local por 1 a 0. El Sabadell perdonó las numerosas y claras ocasiones que tuvo, lo que terminó constándole los tres puntos. En la segunda mitad, el Nàstic sacó a relucir su mejor versión defensiva y Fran Carbia se encargó de anotar el solitario gol del encuentro. De esta manera, los granas se colocan en segunda posición, con 13 puntos. Por su parte, el Sabadell se irá a cenar decimoctavo, con 4 puntos, y aún no conoce la victoria.
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