La Carrera Astur | Pk.10: El Sporting asalta el liderato; otro empate para el Oviedo
Los rojiblancos, con un tanto de Djuka en el último suspiro, vuelven a ser líderes de la categoría tras superar al Alcorcón en un Molinón que continúa siendo un fortín. El cuadro carbayón, por su parte, volvió a igualar por séptima vez esta temporada tras un encuentro donde el gol encajado y los cambios despertaron al equipo, aunque quizás ya era demasiado tarde
Jornada agridulce para nuestros representantes asturianos en Segunda División. Quienes vuelven a sonreír son David Gallego y los suyos. Victoria por la mínima ante el Alcorcón, pero qué bien supo ese triunfo. Lo primero, por cómo llega. Parece que en el tiempo de descuento no sabe nada mal. Un tanto, el de Djuka, que hizo justicia a lo visto a lo largo de todo el encuentro. Y lo segundo, y más importante, porque los rojiblancos aprovecharon el resto de resultados para regresar a lo más alto. Liderato en solitario para los gijoneses antes de encarar una semana repleta de compromisos. Pero volviendo al sábado, la victoria, como decimos, sabe más que bien a un Sporting que sigue demostrando que El Molinón es un auténtico fortín.
El Oviedo, por su parte, sumó un nuevo empate. El séptimo en lo que va de temporada, el quinto de forma consecutiva. Y en este caso, el punto supo a poco. Sobre todo, tras un partido en el que el equipo volvió a acusar su falta de acierto. También en un encuentro en el que los azules mostraron una de sus peores caras en el primer acto. Ahora, el equipo afronta una jornada intersemanal con la incógnita de saber cómo está el fondo de armario, tan importante esta semana. Pero volviendo al choque del domingo, el cuadro de Ziganda se activó tras encajar y con los cambios, aunque quizás ya era demasiado tarde.
Un liderato por insistencia
- Partido de mucho trabajo. Muchos esperaban que por ser el colista, que solo había ganado 2 partidos de los 9 jugados, el partido debía ser un trámite sencillo. Muchos pensábamos que nada de eso, porque la llegada de Jorge Romero ha cambiado al Alcorcón, volviéndole en sus partidos muy camaleónico y sin una propuesta específica, sino variante según su rival. El cuadro madrileño se presentó en Gijón con un plan de partido muy bien estudiado. Sabía cuales eran los puntos fuertes del conjunto rojiblanco y los buscó anular, lográndolo en parte. Cierto que ese plan se vio beneficiado por las paradas de su portero, que evitó ya desde bien pronto el gol en contra, pero eso no quita que el Alcorcón colista puso en muchos problemas al Sporting.
- El Aitor García que esperábamos ver. El partido, tres puntos y liderato al margen, dejó una gran noticia: el partido de Aitor García. El extremo onubense fue ese jugador capaz de desbordar, asistir, asociarse y ser vertical en metros finales haciendo intervenir en hasta tres ocasiones al meta rival y haciendo correr a la zaga alfarera. Su partido mereció irse con un gol, pero se lo impidió el portero. Al menos, en su cambio, El Molinón supo agradecérselo al de Gibraleón ese esfuerzo por el trabajo bien hecho.
- Dani Jiménez acabó por ceder. El portero alfarero tiene acostumbrada a la categoría a ser en muchos partidos el mejor jugador de su equipo. El Sporting lo ha sufrido años y mismamente la temporada pasada solo él evitó una goleada en Santo Domingo y que en El Molinón no se moviese el marcador. Esta vez estuvo muy cerca de lograrlo con múltiples paradas; algunas de muchísimo mérito. Al final quiso que la fortuna no estuviese con él y un mal rebote acabase suponiendo una justa derrota, no por su actuación, pero sí por la coral rojiblanca que la mereció.
- Necesidad de rotar. Si algo evidenciaron los minutos finales y más concretamente el pitido final es el tremendo desgaste del equipo en el partido del sábado. Muchos jugadores acabaron extenuados con el esfuerzo para ganar el partido y con menos de 72 horas hasta el siguiente choque se hace necesario que David Gallego piense en rotar en el siguiente. Las bajas limitan mucho a quien rotar, pero Gaspar y Djuka fueron los dos más claros ejemplos de jugadores que durante el partido notaron el desgaste físico de su presencia internacional la semana pasada. Ambos son importantes, pero forzarles puede ser peor.
El Oviedo vuelve a empatar, y ya van…
- Mala primera mitad. El Oviedo ofreció en el primer acto del domingo una de sus peores caras de la temporada. Los azules desaprovecharon los primeros cuarenta y cinco minutos para golpear a un filial, el de la Real, que no estuvo nada seguro en la parte de atrás. Un equipo con grandes jugadores, pero que en la parte de atrás da muchas facilidades a sus rivales. Aparecieron los espacios, y el cuadro asturiano no fue capaz de sacar provecho de ellos. Porque, salvo tras una buena acción que finalizó Jimmy, al Oviedo le costó un mundo generar ocasiones de peligro. De hecho, entre palos, no hubo más. Por eso, entre otras cosas, el punto sabe a muy poco. Una primera mitad desaprovechada.
- Buen inicio, gol encajado y activación. El guion cambió en el segundo acto. El Oviedo logró meter a la circulación de la pelota más velocidad y ritmo, y las ocasiones llegaron. Brugman fue el primer en intentarlo en un tramo inicial de segunda parte donde también la tuvo Sangalli. Eso sí, en un error azul en salida de balón, Roberto López también la tuvo para adelantar a los suyos. No fue él, pero sí Olasagasti el que cabeceó a la red un buen centro lateral de Blasco. Golpe duro que, pese a todo, activó a los azules. Eso y los cambios, está claro. Porque con Bastón, Montiel y Mier sobre el césped, el equipo cambió. Borja Sánchez se inventó un pase sensacional sobre Bastón, que en el mano a mano definió de manera sensacional. La entrada de Pombo dio otro aire al equipo, que pese a tener presencia en área rival y ocasiones, no pudo remontar el encuentro.
- Borja Sánchez. Fue el mejor de los suyos, otra vez. Llevó todo el peso del equipo en ataque. En la primera mitad le costó algo más, aunque de sus botas nació la única acción de peligro para los azules que finalizó Jimmy. Ya en el segundo acto, el ‘10‘ se puso al mando de la nave para comandar todos los ataques. Desequilibró, desbordó y generó varias ocasiones claras de peligro que, sin embargo, no acabaron encontrando la red. Sí lo hizo un maravilloso pase para que Bastón pusiese el empate. Otro gran partido de un Borja que sigue creciendo y siendo uno de los futbolistas más diferenciales de esta categoría.
- Los empates empiezan a pesar demasiado. Y es que sí, el equipo no pierde desde el pasado mes de agosto. Pero tampoco gana desde hace ya cuatro partidos. Hay empates y empates, todos los tenemos claro. Pero parece que el de ayer deja un sabor de boca amargo. Es el quinto de forma consecutiva, el séptimo en lo que llevamos de temporada. Y, si juntamos la campaña pasada y las diez jornadas que van de esta, encontramos que el Oviedo ha igualado en la mitad de los encuentros que ha disputado (26 de 52). Unos números que empiezan a pesar, porque el equipo se aleja ya de esa zona noble de la clasificación. En una semana muy exigente, los oviedistas necesitan regresar a la senda de la victoria.