Nueva victoria de la selección española ante Marruecos
El combinado dirigido por Jorge Vilda salió al césped de Cáceres con una novedosa alineación, donde Maitane jugó sus primeros minutos con la elástica nacional. Athenea con un doblete y Amaiur pusieron los goles en una nueva fiesta de la selección española.
Athenea abrió la lata
La primera mitad no invitaba al optimismo entre la afición española. Y es que no se estaba viendo un juego fluido, siendo las culpables las marroquíes, que se encontraban bien plantadas atrás, teniendo las ideas muy claras. El combinado africano intentaba intimidar la meta que hoy defendía Misa Rodríguez a través del juego por las bandas. Sin embargo, el primer tanto de la noche llegaría antes de la media hora de partido, gracias a Athenea del Castillo. Bárbara Latorre fabricó una buena jugada, dejó la bola atrás para que Alba Redondo rematase, la granota no lo consiguió, pero la que sí mandó el balón a la jaula fue la extremo del Real Madrid. Poco dio más de sí la primera mitad en el Príncipe Felipe, donde la revolución parecía no haber dado los frutos esperados.
Athenea de nuevo; Amaiur sigue de dulce con la selección
Ahora las locales sí consiguieron llevar con mayor claridad la manija del partido. Y si a ello se le suma el grandísimo banquillo que presentaba la selección española en la noche de hoy, el gol no tardaría en llegar. Jorge Vilda introducía a Leila Ouahabi, Amaiur Sarriegi y Aitana Bonmatí para darle chispa al partido y solo hizo falta un minuto para que la delantera vasca se sumase a la fiesta. La txuri-urdin volvía a hacerse dueña del área y ponía tierra de por medio en el marcador para dejar el partido visto para sentencia a falta de media hora para el pitido final.
Athenea del Castillo sería de nuevo la goleadora española aprovechando un error de Errmich Kahdija y sumar su doblete en la cuenta particular. En el último tramo de partido, entraron Jenni Hermoso, Alexia Putellas y Mariona Caldentey, vigentes campeonas de Europa con su club, haciendo las delicias de la afición que se agolpaba en las gradas del estadio cacereño, que vivió otra gran noche del combinado nacional.