Punto rojillo en el Bernabéu
Ni el Real Madrid ni Osasuna fueron capaces de anotar ningún gol, a pesar de gozar de alguna que otra ocasión, con palos por parte de los dos equipos. Osasuna dormirá sexto mientras que los blancos lo harán en el primer puesto de la clasificación.
No brilló el fútbol
Los primeros minutos del choque no tuvieron un equipo con ocasiones claras, aunque la pelota era claramente para los de Ancelotti. El más activo de los locales, Vinicius, estaba buscando por su banda todas las posibles opciones de encontrarse con el guardameta visitante, aunque la defensa que planteó Arrasate (cinco zagueros) estaba impidiendo todas las intentonas del brasileño. El 20 madridista probó a la media hora con un tiro que se fue muy cerca de la portería visitante.
La posesión era infinitamente superior para los blancos, siendo los de Pamplona los que aprovechaban los robos de balón para ganar la espalda de la defensa merengue. No dio para mucho más la primera mitad, siendo Camavinga el sacrificado en el descanso por Rodrygo Goes. El internacional francés estuvo participativo pero no cuajó unos buenos primeros 45 minutos.
La madera evitó el gol
No se habían cumplido ni cinco minutos del segundo acto cuando Moncayola metió el miedo en el cuerpo a toda la parroquia blanca. Buena jugada del Chimy Ávila que mandó un centro lateral raso que se paseó por el área local y Moncayola, con un disparo seco la mandó a la madera de Courtois, que no llegaba en caso de ir la bola hacia dentro.
La oportunidad para los rojillos despertó del letargo al Real Madrid, siendo Rodrygo el que contestaría con un centro chut al que Vinicius no llegó por muy poco. Acto seguido, Benzema tuvo la más clara para los madrileños: fantástica jugada del francés que culminó con un disparo que se fue a la escuadra de Herrera. Sin movimientos en el marcador, comenzó el baile de los cambios en ambas escuadras, con 5 cambios (3 para el Madrid y 2 para Osasuna) en dos minutos.
El partido se empezaba a romper, pero el gol no llegaba. Casemiro, intentando emular el zapatazo de Montoro se sacó un latigazo desde campo propio, aunque no llegó a encontrar destino por muy poco. Los últimos minutos fueron merengues, con Marcelo como protagonista (entró de refresco en el ’69). El electrónico no se movió en Chamartín, estadio que se le resiste a sus propietarios, donde no terminan de lograr una buena dinámica de resultados. Osasuna, por su parte, sigue siendo una de las revelaciones de la temporada, volviendo a casa con un punto más y acabando la jornada de hoy en puestos europeos.